Los Verdes ante la conferencia sobre cambio climático: Aún queda tiempo… pero muy poco
Entre el 1 y el 12 de diciembre se celebra en Lima la Conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático (COP20), que será esencial para construir un nuevo acuerdo global que debería ser aprobado en París en 2015. La cumbre se celebra en un momento clave, ya que de no llegar a un acuerdo que permita rebajar las emisiones de gases de efecto invernadero dejará el futuro de nuestro planeta y de sus habitantes seriamente comprometido.
La Asamblea Verde considera esencial que los gobiernos pongan el cambio climático como una prioridad política y salgan de la COP20 de Lima con bases fuertes para firmar un nuevo Tratado sobre Cambio Climático en la COP21 de París. Sólo así podremos hablar de justicia global y medioambiental.
Los distintos países de la Unión Europea deben comprometerse a objetivos nacionales específicos vinculantes para mantener el calentamiento global por debajo de 2 grados centígrados. Para el partido Verde tendría que ser al menos 65% menos de C02, más de 45% renovables y más de 40% de eficiencia energética en 2030.
Para ello se hacen precisas una serie de medidas como:
- Asegurar que los países desarrollados aumenten sus compromisos actuales de reducción de emisiones.
- Contribuir a que los países en desarrollo incrementen sus acciones de mitigación y adaptación al cambio climático con apoyo de los países desarrollados.
- Comprometerse a apoyar acciones en el sector forestal y agrícola para reducir las emisiones a través de compromisos como el de llegar a cero deforestación y degradación en 2020.
- Acordar un objetivo a largo plazo para hacer una transición completa de los combustibles fósiles hacia un mundo 100% renovable en 2050.
Limitar los efectos del cambio climático es clave para garantizar el bienestar de las personas, conseguir un desarrollo sostenible, igualitario y reducir la pobreza. Si la temperatura promedio sobrepasa los 2 grados centígrados en la temperatura promedio global sobre niveles preindustriales el cambio puede ser irreversible. De no ser así los riesgos se multiplicarán. Villena no estará exenta de ellos. Al acuciante problema de sobreexplotación de acuíferos se le sumará el del empeoramiento en el régimen de precipitaciones y los daños asociados para la agricultura y el entorno.
Si no queremos ver incrementada la desigualdad y la violencia y seguir en una sociedad donde sólo unos pocos tengan asegurada la alimentación y los recursos necesarios para una vida digna, la UE tiene que hacer una apuesta firme por establecer compromisos ambiciosos y vinculantes. No podemos negociar con el planeta, ni postergar acciones que son tan necesarias como urgentes para la dignidad de las generaciones presentes y futuras.