Los Verdes de Villena ante el Día Internacional Contra la Violencia de Género

Parece que todas las personas sabemos qué es la violencia de género, y que estamos en contra de ella. Por lo menos, todas y todos así lo expresamos públicamente. Entonces, ¿por qué vemos todos los días ataques contra las mujeres?
Parece ser, que aquello de “hasta que la muerte nos separe” hay machos de la raza humana que se lo toman al pie de la letra. Es evidente que algo no funciona bien en las relaciones de pareja; que las dos partes que la componen, deben tomar otras medidas cuando surgen los conflictos. Que antes de producirse una agresión grave, han ocurrido muchas otras cosas que ya “preludiaban” el empeoramiento de la situación... Que, por los resultados de las agresiones, ambas partes no “juegan con las mismas cartas”.

Es cierto que tenemos leyes y mecanismos importantes que intentan proteger a las mujeres de dicha violencia, y que se avanza todos los días en concienciación de la ciudadanía. Pero si no trabajamos habitualmente todas y todos para desterrar de nuestras vidas las bases que hacen percibir la supremacía del hombre en casi todos los roles de esta sociedad, será muy difícil comenzar, de verdad, a erradicar la violencia contra las mujeres.

Mientras sigamos asignando casi exclusivamente los papeles productivos (generar negocio y riqueza material) al género masculino, y los roles reproductivos (nutrición, educación, sanidad, limpieza...) al género femenino, mientras sigamos siendo cómplices de la visión que muestra a las mujeres de la publicidad de todo tipo, como seres “bonitos y al servicio de los gustos y necesidades masculinas”, mientras miremos para otro lado cuando los prostíbulos están llenos..., estaremos contribuyendo a perpetuar la concepción de la mujer como persona de segunda, en una sociedad que valora más a los hombres porque son los encargados de “defender y preservar” el territorio en donde se genera esa riqueza material. Una persona de segunda en la que lo importante es el cuerpo. Un cuerpo que se puede comprar, que “luce fenomenal” al lado de un hombre, que nos perpetúa en la especie, que es resistente para aguantar “carros y carretas” en casi todos los trabajos y cobrando un 25% menos que ellos.

Mientras sigamos pensando que “mi chica”, “mi mujer”, “mi compañera” “mi hija"... debe cuidar de mi prole, de mi casa, de mis necesidades, mi comida, mi ropa, de mis padres, de mi honra, mi honor...

Lo peor de todo esto no son las agresiones que se producen hoy. Lo peor es que hay estudios que demuestran que entre la población adolescente cada vez hay más violencia grave, que en las relaciones de parejas adolescentes cada vez hay más denuncias de violencia de género. Hay un tercio de chicos jóvenes que relacionan la violencia, la agresividad, la chulería, la dominación de los otros, con el éxito personal, con la percepción de que son más atractivos; y cada vez, en los institutos, hay más chicas muy jóvenes, que se “acercan” a los chicos que se hacen líderes, intimidando a los demás.

Creemos que si no empezamos a cambiar la transmisión de estos comportamientos, por valores de igualdad, equidad, justicia, solidaridad y paz, entre las personas (independientemente del género que tengamos unas y otros), no podremos empezar a construir otro tipo de sociedad más habitable para todas y todos.

Asamblea Local Verde de Villena