Los Verdes, en apoyo de Garzón y de la recuperación de la Memoria Histórica
La Asamblea Verde reivindica la importancia de la Memoria Histórica como elemento de reconciliación. Por eso se une a los apoyos que estos días recibe el juez Baltasar Garzón ante esta actuación judicial sin precedentes en España, en la que se pretende juzgar a quien precisamente desea esclarecer etapas todavía oscuras de la represión franquista y permitir que los familiares de las víctimas puedan cerrar definitivamente sus heridas.
Nos parece vergonzoso el acoso de la ultraderecha a una figura, la del juez Baltasar Garzón, comprometida con la verdad, la justicia y la recuperación de la memoria histórica. ¿Se imaginan en el banquillo a quienes juzgaron a genocidas nazis de la 2ª Guerra Mundial? ¿Se imaginan procesados a quienes juzgaron y todavía juzgan a los exterminadores de la población bosnia musulmana? ¿Se imaginan en el banquillo a jueces de Chile, Argentina, Guatemala o El Salvador que pretendieron sacar a la luz las barbaridades de sistemas represivos que aniquilaron y torturaron a población civil o disidentes del sistema? ¿Cómo se sentiría siendo un familiar de las víctimas, o cómo se siente siendo un ciudadano "de bien" que pretende que la democracia se asiente en valores de justicia, transparencia o verdad?
En muchos lugares la labor de Garzón ha supuesto dignificar a las víctimas, sanar a los familiares, levantar esperanzas maltrechas, romper la impunidad. No apoyar sus tesis es decir sí a la violencia, a la represión, la tortura Seguramente quienes hoy ven con buen grado el enjuiciamiento de Garzón preferían mirar para otro lado cuando en Chile y en Argentina, en El Salvador o en Guatemala, en Ruanda o en Sudáfrica, escuadrones de la muerte secuestraban, torturaban y hacían desaparecer a hombres, mujeres, niños o ancianos.
En los procesos de Recuperación de la Memoria Histórica no hay deseos revanchistas sino un interés de saber la verdad, de reconocer errores, en este caso sobre uno de los periodos más dolorosos y represivos de la historia de España. Son ante todo procesos de sanación, de reparación y de integración personal y colectiva. Odio y venganza no, pero justicia y resarcimiento sí.
Así pues, el proceso contra Garzón, promovido por la ultraderecha heredera del franquismo (Falange, Manos Limpias) con el silencio y complicidad del Partido Popular, y con el beneplácito de ciertos estamentos judiciales y mediáticos, es algo dañino para la convivencia.
No debemos olvidar que una mayoría de los actuales magistrados del Tribunal Supremo iniciaron su carrera aplicando las leyes represivas del franquismo. Que se ataque a quien tiene la valentía de investigar a mafiosos, terroristas o dictadores y, en este caso particular, esclarecer la desaparición de más de 100.000 personas, es sin duda injustificable. Ampararse en una Ley de Amnistía para el olvido es negar los compromisos internacionales de España. Sabido es que los delitos de genocidio y de lesa humanidad, como son ajusticiamientos, torturas y desapariciones no prescriben jamás y no pueden ampararse en esta ley de Amnistía. No comete el juez Garzón ninguna ilegalidad al investigar lo que en otros países ha podido enjuiciar. ¿Qué tienen que ocultar los que se oponen a la verdad? Como dijo una editorial reciente del The New York Times, estamos asistiendo a una parodia de la Justicia, ya que "los verdaderos delitos en este caso son las desapariciones de la Guerra Civil y el Franquismo, no la investigación de Garzón". Perdón y reconciliación sí pero sin renunciar a la justicia y reparación.
El temor en la transición española a una posible involución, contribuyó a que se realizaran muchas renuncias y concesiones por parte de las víctimas del franquismo hacia sus represores y cómplices. La aprobación de la Ley de Amnistía dejó "malparada" y literalmente "en la cuneta" a miles de víctimas. Hoy, desde la serenidad de una democracia, hemos de perder el miedo a la verdad, lograr que los dictadores y represores pasen a los libros de historia como los enemigos de la democracia y de los derechos humanos, y no como quieren hacernos creer estos días, que los enemigos sean quienes intentaron contribuir a destapar esos episodios tan inhumanos y deleznables. Sólo dignificando a las víctimas e integrando (no ocultando) nuestro pasado, podremos construir un futuro mejor para las generaciones venideras.
Asamblea Local Verde
