Luis Piedrahita trae al Teatro Chapí su último show: Apocalípticamente correcto

No es la primera vez que Luis Piedrahita pisa las tablas del Teatro Chapí (febrero de 2011 y septiembre de 2015) y en las dos ocasiones anteriores lo ha hecho con enorme éxito. Su nuevo monólogo rebosa ingenio y humor y en él intenta analizar qué es eso de la libertad. Si quieren descubrirlo, o al menos intentarlo, anoten la cita: viernes 7 de junio a las 20’30 h. Entradas desde 15 € hasta 20€.

Piedrahita investiga en este espectáculo los sinsentidos y contradicciones de nuestra vida cotidiana con la intención de averiguar, de una vez por todas, de qué está hecha la libertad y para qué sirve. El ser humano siempre quiere hacer lo que le da la gana, pero ¿eso es posible? ¿Se puede ser libre o nuestro destino está escrito de antemano y no podemos cambiarlo?

Luis analiza con ironía el horóscopo, que es la prueba incontestable de que nuestro destino está escrito en las estrellas, y las autocaravanas camperizadas, que simbolizan la libertad y son la prueba irrefutable de que nuestro destino sólo está escrito en los mapas de carreteras y en la sección de ofertas de Leroy Merlin. Además, cuestionará algunas verdades asumidas por nuestra sociedad como la existencia de las anguilas eléctricas o los tornados. Y nadie puede decirle nada, porque Piedrahita hace esto por una sola razón, por el motivo más noble que existe: porque le da la gana.

Luis Piedrahita (A Coruña, 1977) es uno de los humoristas más reconocidos y prestigiosos de este país. Su humor blanco e ingenioso ha recorrido España entera y parte de Latinoamérica.  Tras el éxito de sus anteriores últimos espectáculos, llega Apocalípticamente correcto el monólogo más divertido de Piedrahita hasta la fecha.

Esto no lo dice solamente él, lo dice también su madre. Veinticinco años de trayectoria lo avalan siempre formando parte de programas de radio y televisión de más éxito, Luis compagina su faceta de ilusionista, escritor y director de cine con la de monologuista. Una oportunidad única para ver como Piedrahita se sube al escenario sin más artefactos que un micrófono, su voz y su vertiginoso ingenio.