Madurez democrática
A veces cometemos el error de adjudicar nuestras propias convicciones a toda la ciudadanía; cometemos el error de creer que si nosotras hemos entendido un mensaje, todas las personas lo habrán entendido de igual manera. También podemos cometer el error de pensar que como nosotras no haríamos determinadas cosas, nadie lo hará. Y nos equivocamos ¡vaya si nos equivocamos!
Buena prueba de ello la tenemos en la reciente manifestación convocada por el Partido Popular y sobre todo, en el seguimiento que ha tenido por una parte de la ciudadanía. Del Partido Popular, por desgracia, ya no nos sorprende nada, pues son capaces de cualquier cosa con tal de recuperar el poder. Un poder que, mal que les pese, les fue arrebatado legítimamente en las urnas.
Pero sí nos sorprende que haya todavía tantas personas que se dejen llevar por el vocerío de esos salvadores de la patria que trafican con los sentimientos humanos sin ningún pudor. A la patria habría que salvarla sí, pero de ellos mismos.
Y es que creíamos ingenuamente que ya habíamos madurado en la práctica democrática, pero no, no es así. Nuestra democracia es todavía muy joven. Treinta años no son nada, máxime cuando sabemos que la juventud cada vez se prolonga más en el tiempo.
Otro ejemplo de esa falta de madurez lo tenemos en los frecuentes ataques que recibe el Consejo Municipal de la Mujer de nuestra ciudad, por parte de algunos medios de comunicación local. Y es que algunos personajes de nuestra prensa parecen haber sustituido el pienso, luego existo por el critico, luego existo, haciéndolo las más de las veces sin ningún fundamento o conocimiento de causa.
En fin, convirtiendo así, unos medios que deberían servir para informar y crear opinión, en meros cotilleos de barra de bar.
¡Qué le vamos a hacer! Tendremos que dar tiempo al tiempo.