Maldita gaviota (Artículo de opinión)
Los últimos acontecimientos que están provocando los recortes del Ejecutivo de Mariano Rajoy, a consecuencia de la crisis económica que estamos arrastrando desde hace unos años, indican que este año dos mil doce, es el anunciado con bombo y platillo, fin del mundo. Pero no del mundo físico, como se conoce, sino el de la sociedad actual, que se ha ido al traste por completo. Junto con nuestro trabajo, nuestros sueldos, nuestras ilusiones, nuestras previsiones de futuro a corto y medio plazo.
El problema de todo esto, es la falta de profesionalidad de los políticos de nuestro país, que han provocado con su negligencia y mala gestión, caer, a la que era hasta hace unos años, la octava potencia económica mundial. Y la cuestión, es además en lo que nos hemos convertido y nos vamos a convertir en los próximos años.
En la actualidad los que viven todavía en una burbuja, dicen que hay que ser optimistas, no les habrán tocado el sueldo, ni el trabajo, porque si no, otro gallo les cantaría. Hay que ser optimistas, pero sobre todo, realistas. Nuestro país ha entrado en una dinámica de pobreza y falta de ánimo social, de manifestaciones en las calles y cada día más. De personas maltrechas por su falta de recursos económicos. Estados de ánimo de miseria, que nos recuerdan a diario nuestros mayores, que sobrevivieron a la posguerra española.
Estos días pasados está apareciendo en las redes sociales e internet que la intocable paga extraordinaria de Navidad, se instituyó en tiempos de la dictadura del general Franco y la del dieciocho de Julio, posteriormente llamada, la extra de verano, por razones políticas. Como se denominen, no importa, ya que los empleados públicos o privados la cobrábamos. Este año algunos funcionarios públicos ya no van a cobrar la extra de Navidad ¡Que vergüenza! Menos mal, que a los que cobran menos de novecientos sesenta euros si que se la va a pagar. Todavía agradecidos.
Yo no entiendo de economía, pero sí de sentido común. Un gobierno que aprueba el aumento del IVA, quita a funcionarios la paga de Navidad, a los parados les recorta las prestaciones, al cincuenta por ciento, de un sueldo ya de miseria. Erradican subsidios de miseria a los parados. Y todavía hay gente irresponsable de su partido que dice frases carentes de sensibilidad como: que se jodan, esto no tiene justificación posible. Tampoco están incentivando para nada nuevas políticas de empleo, todo lo contrario. Un gobierno que da la espalda a la realidad social, que cede su soberanía, dejándose dirigir por los más poderosos de la Unión Europea, que pierde el norte y puede arruinar con la subida del IVA a sectores completos, de la economía, que todavía subsisten con muchas dificultades (cines, espectáculos, servicios funerarios, comercio textil).
Es un gobierno que está perdiendo a marchas forzadas su popularidad. Ellos dicen que es un gobierno valiente, desde luego que sí. Más que los cobardes del anterior Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, que sabiendo de antemano que debían adoptar muchas de estas medidas impopulares, prefirieron dejar este marrón a los que vinieran después.
Por tanto, queramos o no, vamos a tener que acostumbrarnos a esta nueva situación. A la traumática pérdida de derechos sociales y laborales. A la pérdida de el estado de bienestar que poseíamos por derecho y que habíamos llegado a apreciar. A la pérdida de muchos trabajos más. Al desvanecimiento de que nos ampare a los más débiles la legislación laboral. O sea, a la desaparición del mundo conocido hasta hace solo unos años. Aunque esto no nos quita nuestra libertad de protestar en la calle, y donde se tercie, por estos brutales recortes de nuestra convivencia, eso faltaba.
Este va a ser nuestro país durante algunos años más. Un país empobrecido e intervenido por la UE, a la cual, le vamos a deber muchos euros y que hay que devolver con intereses. Y que por desgracia va a salir de los bolsillos de la malograda sociedad española y del sudor y el trabajo de cada uno de nosotros.
Fdo: Manuel Esteban Lozano