Manga ancha
Abandonad toda esperanza, salmo 280º
Que la mayoría de adolescentes leen muy poco cuando no nada es un tópico cuya veracidad he podido comprobar, con dolor de corazón, de primera mano; y que de los pocos que leen, muchos solo leen manga también viene a ser demostrable a poco que realices una encuesta improvisada en cualquier aula de la ESO. Algo es algo, sobre todo si estos lectores no se constriñen al Naruto de turno y una cosa les lleva a otra, porque no existen límites para el tebeo japonés. Últimamente ha caído en mis manos una adaptación de Así habló Zaratustra; como lo oyen: el superhombre, la muerte de Dios y el mito del eterno retorno, todo en una novela gráfica de doscientas páginas que acerca el pensamiento de Friedrich Nietzsche a cualquier lector profano... de la filosofía, que no del cómic, porque para leer un tebeo también hay que poseer ciertos conocimientos aunque sean rudimentarios. Pero no teman, porque si son de esos que se hacen la picha un lío intentando leer "al revés", la versión española invierte el sentido de lectura para solaz del consumidor occidental. Un único pero a la edición patria: los autores de la adaptación no aparecen citados, ni siquiera en los diminutos créditos del copyright. Aunque igual resulta que Nietzsche era todo un Übermensch y lo dibujó él y todo.
Y de Zaratustra a su más encarnizada némesis, y tiro porque me toca: sí, Dios. Antes de morir, si es que Nietzsche estaba en lo cierto, dictó sus memorias a sus secretarios (varios de los primeros negros de la historia de la literatura, vaya), que fueron publicadas con el título de La Biblia. La editorial Norma -junto con Glénat, la más importante en lo que a publicación de manga en España se refiere- edita un bonito cofre que incluye la adaptación del Antiguo y el Nuevo Testamento; una lectura tan rigurosa como amena que, si la Santa Iglesia está a la última en lo de captar nuevos adeptos para la causa, será adquirida en cantidades industriales para las bibliotecas de colegios e institutos privados de nuestra geografía. Si no es así, será que el cómic todavía sigue siendo un gueto, mucho más de lo que pensábamos los más pesimistas al respecto. Ah, y de nuevo cambiamos el sentido de lectura de izquierda a derecha, que la intención es evangelizar, no ahuyentar a los infieles. Aunque esta vez sí se cita a los autores: Noboru Yamaguchi y Masakazu Higuchi... Dos nombres que como a mí imagino no les dirán nada porque por aquí no los conoce ni Dios. Sí, no he podido evitar el chiste.
Pero no todo van a ser adaptaciones de textos propios de la cultura occidental... y dado que en una columna sobre el tebeo nipón no podía faltar el con todos los méritos llamado "Dios del manga", Osamu Tezuka, qué mejor que comentar su versión de Viaje hacia el oeste, uno de los clásicos más importantes de la literatura china: con el título de La leyenda de Son Goku, Tezuka convierte este relato de iniciación y aprendizaje en un periplo repleto de aventuras protagonizado por el mono de piedra que ansía, más que cualquier otra cosa, convertirse en humano. Imagino que si son de mi generación, o incluso de alguna posterior, aprendieron a chapurrear el valenciano viendo Dragon Ball (o sea, Bola de drac) en Canal 9: en este manga descubrirán otra encarnación del niño mono a mi parecer mucho más entretenida que aquella serie de animación que, por mucho que lo intenté, nunca acabó por engancharme. Quizá por eso el valenciano se me da regular.
Así habló Zaratustra está editado por Herder; La Biblia y La leyenda de Son Goku están editados por Norma.