¡Más basura, es la guerra!
Por todo aquello visto y oído en nuestro imperio (Villena), puede parecer que, el día en que se repartieron los despropósitos, los del M. I. se pusieron a la cola infinidad de veces trayéndose la mayor cantidad posible de ellos.
En tiempos pretéritos, ciertas empresas (Bimbo, Mahou
) pretendieron emplazarse aquí, pudiéndose así paliar en bastante el paro villenense. Pero como la vida es así, los apoltronados de entonces no encontraron, o no quisieron, donde ubicarlas. Sorprendente dados los metros cuadrados del término municipal.
Por el contrario, para ubicar un suntuoso centro penitenciario, estas mentes pensantes sí hallaron sitio. ¡Toma ya! Para que ello fuese factible, el Estado se comprometió (como otros) a conceder al municipio un buen hospital, hospital éste que ha de estar tan pulcro que parece, o es, invisible, pues no se vislumbra por ninguna parte (cabe felicitar a quienes lo limpian. ¡Mua!).
Ahora, cuando la bonanza solo se ve cuando reponen la serie por la tele, nos vienen (para alegría de los expendedores de mascarillas protectoras) con que nos van a traer a Villena toda la mierda sobrante de la Vega Baja. Como si con la que ya tenemos no fuese suficiente. Un aplauso tipo foca, esto es, con pies y manos.
Con cosas como ésta solo cabe preguntarnos si nos están tomando a los ciudadanos por el pito del sereno o solamente nos ven cual estercolero particular. Para evitar estos atropellos a nuestra patria chica, lo mejor sería desvincularnos de quien nos jode, pues para irnos al garete que sea por méritos propios y no por el afán de otros estamentos. ¡Ahí queda eso!
Y como me cansé de hacer el primo opinando, éste se va a ponerse en la napia una bota, porque seguro que huele mejor. Hasta más ver, pues. Au!