Más de 16 años de cárcel por la muerte de un hombre al que robaron y maniataron en Villena
A los principales condenados por la muerte de un hombre al que maniataron y dejaron abandonado en una partida rural de la localidad de Villena en septiembre del año 2011 les espera una larga temporada en prisión. Los cinco acusados pasaron ayer por la Audiencia Provincial de Alicante, tres de ellos por la comisión de los presuntos delitos de robo con violencia, detención ilegal y homicidio, motivo por el cual ya se encontraban en la cárcel de forma provisional. Las penas impuestas por la Sección Tercera son de 18 años y medio, 17 años y medio y 16 años privados de libertad tras haber aceptado los tres los cargos imputados.
A los otros dos procesados se les imputaba un delito de omisión del deber de socorro por encubrir el trágico suceso, ya que fueron conocedores de los hechos, pero no hicieron nada ni lo denunciaron a las Fuerzas de Seguridad, como señala la Fiscalía en su escrito de acusación. Los dos, un hombre y una mujer, también optaron por reconocer el delito imputado, por lo que deberán pagar una multa a razón de 6 euros durante tres meses, es decir, 540 euros.
Hace ya más de dos años, un 24 de septiembre de 2011, la víctima entró en un restaurante de la capital alicantina con una maleta y varias cartillas del banco, así como al menos 600 euros en metálico, según refleja el escrito de acusación del Ministerio Público. En el local consumió junto con dos de los principales procesados unos refrescos y partieron hasta otro bar donde el tercer homicida les recogió en un vehículo.
Su intención era dirigirse a un albergue en Alicante, pues había decidido abandonar el domicilio familiar. No obstante, y para su sorpresa, los tres condenados lo llevaron por caminos secundarios y escondidos en contra de su voluntad. El destino que habían elegido para él distaba de ser la capital de la provincia. Prefirieron trasladarlo hasta la pedanía de La Solana, en Villena, una zona agrícola repleta de bancales de olivos y almendros como únicos testigos. Tras un forcejeo, los asaltantes se hicieron con los efectos del hombre, entre los que se incluía un inyector de insulina y un medidor de azúcar, su único salvavidas en caso de emergencia médica.
No sería hasta el 1 de octubre de 2011 cuando se pudo hallar el cadáver. Un paro cardíaco y una más que posible descompensación diabética por la falta de medicación fueron la causa de la muerte del hombre de 54 años. Los investigadores encontraron el terreno escarbado, posiblemente en un intento desesperado de la víctima por liberarse de las ataduras. Antes, cuatro días después de lo ocurrido, los tres encausados contaron los hechos a otras dos personas. Les dijeron además que tenían la intención de quitarle la vida al hombre al que habían dejado maniatado; sin embargo, no hicieron nada para poner en sobreaviso a las autoridades.
Pocos meses después, la Guardia Civil dio con el paradero de dos de los homicidas, quienes ingresaron en prisión preventiva. El tercero ya se encontraba entre rejas por la comisión de otro delito. En el registro que practicaron los agentes en dos domicilios se incautaron de un arma de fuego.
Solo fue necesaria una de las cinco sesiones que se habían previsto para celebrar el juicio en la Audiencia Provincial de Alicante. No obstante, la vista oral tuvo que celebrarse un día después de lo señalado, ya que el letrado de uno de los acusados no acudió el pasado lunes alegando una subida de tensión. Al tribunal debió parecerle extraño, pues avisó dos horas más tarde de la hora fijada para la vista, cuando estimó oportuno ponerlo en conocimiento del Colegio de Abogados.
El letrado mantuvo el lunes a todos esperándolo en balde hasta que se suspendió la sesión, por lo que en el día de ayer pidió perdón. No es la primera vez que le ocurre. Hace poco adujo que se había confundido de lugar para justificar que llegó con un retraso de varias horas a la vista en la que se abordaba la prórroga de prisión provisional para su defendido.
Autor: Luis Candela
Fuente: Diario La Verdad
