Más de lo mismo
El pasado martes fui convocado por el intrépido reportero, diestro moderador y amigo José Antonio Serrano para acudir a un cara a cara que había organizado en torno al debate surgido por la actuación que esta misma noche realizará el cómico Leo Bassi.
Como muchos de ustedes sabrán acepté la convocatoria y debatimos acerca de la idoneidad del espectáculo, abandonando la celebración del Día Mundial del Teatro que se realizaba aquella noche, que me hubiera gustado compartir con el resto de gentes del teatro. No pudo ser, porque decidí que en fecha tan señalada sería preferible defender la libertad artística antes que disfrutar con el evento. Fueron varios los puntos que preparé para aquel encuentro que se sumaban al artículo que escribí la semana anterior, por lo que aprovecharé este espacio para ofrecérselos.
En primer lugar, dejando a un lado los aspectos relacionados con la libertad de expresión y con el estado de derecho que ya han sido nombrados hasta la saciedad, quisiera rebatir varias ideas que se dieron en el debate televisivo: que la representación de La Revelación en el Teatro Alfil podría consentirse al ser este un teatro privado y no así en el caso de Villena al ser una sala pública, craso error si tenemos en cuenta que el teatro Alfil está subvencionado por la Comunidad de Madrid y probablemente el espectáculo también lo esté. Por otro lado encontramos la demanda de vulneración de los derechos constitucionales, a lo que responderé que no me consta que haya habido denuncia alguna y si la hubiera estaría desestimada puesto que la obra continúa representándose; y esto ocurre pese a que varias asociaciones hayan pasado semanas en la puerta del teatro insultando y provocando incluso a quienes asistían al espectáculo.
En cuanto al insulto y la ofensa que se le atribuye al montaje me remitiré al programa La Mañana del señor Jiménez Losantos, quien se dedica desde la COPE a insultar y ofender no sólo a quienes nos gobiernan sino a quienes votan opciones que a él le parecen incorrectas. Si continuamos con la politización de la polémica habrá que afirmar sin duda su existencia puesto que no se corresponde la realidad con las medidas adoptadas al respecto, la petición al Circuito Teatral Valenciano de la señora García Herrero para la retirada de la subvención que recibe cualquier espectáculo contratado desde el circuito. Por último en lo referido a las cuestiones artísticas o culturales que se encuentran en dicha propuesta, creo que deberemos dejarlo para más adelante, cuando realicemos la crítica de la misma a la salida del teatro. En cualquier caso, el teatro ha sido en innumerables ocasiones provocador, incómodo y vehículo de ideas de todo tipo.
Me despediré invitándoles a acercarse poco antes del espectáculo a la Casa de Cultura, donde se inaugurará la exposición de las pinturas y collages de Juan G. Salguero. Allí nos vemos.