Cultura

Más del Carnaval 2014

Ya hemos tenido nuestro particular Carnaval pese a todo. Y, tal como se anunció, este año ha conseguido avanzar otro pasito, lo que no es fácil en esta ciudad nuestra asfixiada por las Fiestas de Moros y Cristianos (echen un vistazo si no lo creen, y recuerden las llamadas de atención que aquí, en Villena, han ido realizando a lo largo de los años el resto de celebraciones que requieren participación ciudadana: sea el desfile de Reyes Magos, el desfile de Carnaval o las procesiones de Semana Santa).
Y es que aquí no damos problemas a la hora de montar un desfile festero sea con las temperaturas por los suelos de noviembre o de febrero; ni supone un problema fletar cuantos autobuses hagan falta para desfilar en Madrid en medio de una feria. Otra cosa es que el asunto no tenga que ver con nuestras Fiestas. Como en el caso que nos atañe. Aquí, con seguridad diría que son las Fiestas del Medievo las únicas que han conseguido sacar cabeza de un modo reseñable. Aunque de lo que hablamos ahora es del Carnaval, y si ha dado un pasito más o menos pequeño, todavía le queda mucho camino hasta alcanzar la fórmula correcta, donde el Carnaval inevitablemente competiría cara a cara con la Retreta del día 7. Donde el Carnaval cobraría sentido: ampliando la forma del disfraz para llenarse del fondo de crítica. Porque en Carnaval, por si alguien lo ha olvidado, se permite indulgencia con la queja y la crítica –sí, como en el día 7, sí, pesado–. Y al igual que ocurre aquí el día 7, en otras ciudades (el resto del mundo) también hay grupos que preparan sus críticas y sus disfraces a juego, y no es necesario apoyarse en los centros educativos para que cuatro personas coincidan en su indumentaria.

Un pasito adelante, en cualquier caso. Pese al impulso irrefrenable de las bandas de música por interpretar o frasear temas festeros. Pese al interés general por el Ecuador interno de las comparsas, y pese a que algunas de éstas aprovecharan los cortes de tráfico en las calles para manifestar su pasión festera. Pero ya sabemos, queridas personas, que en Villena ser festero del nueve al cuatro demuestra alto orgullo patriótico: la Nochevieja en la comparsa, el Ecuador pese al Carnaval y las Presentaciones de Madrinas, en caso de conseguir entradas para todas, suficientes para llenar las actividades culturales veraniegas.

No debo ser yo un gran villenero aunque yo mismo pueda creerlo. Pero preferiría apostar, si alguien lo pretende, por un resurgimiento del Carnaval antes que seguir viendo como las fiestas devoran cualquier acontecimiento. Lo que no quita que este próximo fin de semana, Medio Año Festero, puedan tener ustedes reunión, desfile por la Avenida de la Constitución y fiesta nocturna amenizada por DJ Moros&Cristianos. Y que no falte de nada, no sea que se vayan a olvidar ustedes de marcar el paso.

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