Debería resultar obvio que la manifestación que el próximo sábado recorrerá nuestras calles al tiempo que las calles de un buen número de ciudades de todo el mundo, no responde a la conmemoración del 15 de mayo del pasado año. No sólo, al menos. Algo tiene de excusa aquella curiosa fecha que dio pie o voz a los cientos de movimientos civiles todavía en circulación: 15-M, Democracia Real Ya, Stop Desahucios, Toma la Plaza, Acampada Sol, etc.; que vienen a reducirse en las simpáticas denominaciones de perro-flauta y yayo-flauta. Ya saben, la empatía de nuestra clase política no tiene parangón.
Pero aunque los campamentos se disolvieran con mayor o mayor violencia, los movimientos continúan. No es de extrañar por otro lado: la situación sólo ha cambiado a peor. Paro, indefensión frente a la banca, subidas de impuestos (unas encubiertas, otras a cara descubierta), recortes de derechos, indiferencia, inoperancia, desprecio, incapacidad para abrir/crear/apoyar vías alternativas
: eso es todo lo que se puede sacar en claro de la gestión de nuestra clase política, a la que no sólo elegimos sino que pagamos buenos sueldos para pensar y trabajar por y para nuestro bienestar. Es de agradecer entonces que de aquel 15 de mayo quedara un sustrato capaz de continuar alimentando la razón y la voluntad de mejorar nuestra situación, y el coraje para mantener los gritos de guerra en el aire: No nos representan, No somos mercancía, etc.
Ha llegado la hora de volver a las calles, pese a que no han vuelto a estar vacías: protestas de las comunidades educativas y sanitarias, la primavera valenciana, la huelga general Y ahora, como aquel 15 de octubre del pasado año con la Manifestación Internacional por un Cambio Global, con quienes necesitamos hacernos notar para que no se olviden que existimos. Para ello la plataforma de Democracia Real Ya-Villena ha ido organizando una serie de actividades, conferencias o cine forum en nuestra ciudad, así como la manifestación del próximo sábado 12 de mayo a las 18:30 h. que se suma a las que se realizarán a lo largo y ancho del globo. En Villena comenzará en la Plaza de toros y se complementará con diversas actividades previas y posteriores al recorrido.
El sentido de toda esta movilización no es otro que el apropiarse de ese espacio de expresión que nos pertenece. Intercambio de información y opinión con la sociedad donde vivimos, y utópicamente casi: comunicación con quienes gestionan nuestros recursos y supuestamente velan por nuestros intereses. Poca novedad en el frente: hormigas lanzándose de cabeza contra un muro. Cabe la esperanza de que quienes están arriba se tomen la molestia de escuchar al menos, antes de que la angustia obligue a algunos/as a optar por quemarse a lo bonzo.
