Ayer por la tarde paseaba por nuestra Corredera y al llegar al Kiosco La Paloma mi mirada giró hacia el Ditrevi... Vi un nuevo cartel pequeño en la puerta del Restaurante de mi amigo Toni, y me decidí a ver que ponía en él. Era una nota escrita a mano llena de rabia y dolor, pidiendo que se le ayudara a la familia de Toni a superarlo y a la vez deseaba que esa persiana se volviera a abrir...
No pude leer más. Mis ojos se cristalizaron de emoción al comprobar la magnitud de simpatía y amistades que había generado Toni del Ditrevi. Mismos pensamientos y mismos deseos los míos que a la vez alguien espontáneo dejó plasmados en la cartelera de la fachada del Restaurante.
Suerte la nuestra de los que hemos podido compartir tantos buenos ratos con esta gran persona y amigo, que ni en paginas y paginas que escribiéramos expresaríamos lo grande que puede convertirse una persona tan natural y tan llana como Toni.
Esta semana, recordando a Toni con mis amistades, me viene siempre el día que fuimos con sus llaves al Bar Nevada a enseñármelo, a contarme sus planes de futuro, a explicarme su proyecto de familia al lado de su incansable esposa... A mostrarme que al lado de ella ese barecico ¡ya lo haremos grande! me decía entusiasmado. ¡Y tanto que lo hizo!
Siempre serás para mí y para muchos un ejemplo de trabajo, dedicación y de ilusión por un trabajo tan bonito como es la Hostelería. Mi homenaje hacia ti será siempre tener una sonrisa para cada cliente y amigo que tenga, como tú hacías en tu Restaurante y en tu círculo de amistades. Mi gran suerte es haberte conocido y comprobado que eres un gran hombre que ama a su familia, a sus amigos y a su trabajo con entusiasmo.
Esta tarde vi a la Paloma del quiosco que os veía todos los días triste... Miraba a su derecha esperando a Don Fernando vestido de Estudiante venir en su burro de firmar un Pacto de Alianza en los Cristianos... Miraba a su izquierda y no te oía a ti contarle ese chiste que siempre tenías para esas mesas de tu terraza.
¡Hasta luego palomicas! decía Don Fernando. Espero que le hayas dado un gran abrazo a tu Toni del Ditrevi. ¡Montar el show!, como decías tú, Toni. Menudos monólogos vais a dar allí... No se os olvidará nunca.
