Me perdonen ustedes
Me perdonarán queridas personas que un año más haya pasado por alto el Festival de Folclore. Si les soy sincero, actitud a la que no acostumbro (o sí), les diré que no fue por la resaca de Las Fiestas. Pero dejemos de hablar de mí y hablemos de ustedes. Quizás me dirán que su ausencia al festival se debió a que no se realiza en una fecha demasiado apropiada, o a que no se enteraron, a que estaban saturados tras los doce meses, doce causas de los Coros y Danzas, a que tenían a la criatura enferma o a que no les gusta y ya está.
No importa, el Festival continúa teniendo su público y se realiza de un modo minucioso y regular, algo que no suele darse en Villena y que deberíamos estudiar quienes tenemos algún interés en la cultura. Aunque si hablamos de asociaciones a las que habría que seguir con atención tal y como uno se fija en el primero de la clase, tendríamos que nombrar a la taurina y aprender de sus tácticas para conseguir solucionar diligentemente los interminables trámites administrativos y lograr con celeridad el desembolso pactado con la Casa Grande.
Me perdonarán también si esta semana me da por hablar de uno de los regalos basura con los que Valencia fomenta las provincias que no son ella. En esta ocasión se trata de la Ciudad de la Luz, ese maravilloso estudio cinematográfico conocido y valorado allende los mares. Ese próspero proyecto que bañaría nuestra provincia no sólo con su luz y la de sus estrellas sino con la posibilidad de solicitar trabajo a un sin fin de empresas alicantinas. Y no hablemos ya de la apertura que supone para los artistas que al fin encuentran un lugar donde mostrar sus dotes y alcanzar su trabajo esperado. Pero como todos ustedes saben tales ofrecimientos no son más que fábulas mal vendidas y peor encontradas. Lo que sí podemos conocer hasta el momento del faraónico proyecto es sencillo: por un lado NUCT Mediterráneo, la empresa a la que contrató la Ciudad para gestionar su Centro de Estudios, vio como se rescindió su contrato tras protagonizar al parecer un endeudamiento de más de 150.000 euros entre proveedores, Universidad, Seguridad Social y la misma Ciudad, asumidos en parte por los generosos estudios. Por otro lado vemos cómo Aguamarga Gestión de Estudios, la productora privada que explota comercialmente la Ciudad de la Luz, presenta el próximo domingo la segunda y tercera fase del proyecto en el Festival de Cine de San Sebastián sin que en Alicante se tenga noticia de ello y sin tener garantías de que se vayan a desarrollar. En fin, me perdonarán, pero desde aquí pido que, por favor, no nos traigan a nuestra provincia más grandes proyectos.