Sociedad

Medio Ambiente releva a José María Marugán, el alto cargo que ejecutó el cambio del Júcar-Vinalopó

Adrián Baltanás, director general de Acuamed, la empresa pública creada por la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, para desarrollar el Programa Agua, asumirá mañana lunes el control absoluto de la ejecución del polémico trasvase Júcar-Vinalopó sustituyendo a José María Marugán. El consejo de administración de la sociedad Acuajúcar, absorbida desde enero por Acuamed, ha incluido en el orden del día la resolución del contrato de alta dirección del consejero-delegado -Marugán-, la revocación de sus poderes y el otorgamiento de éstos a Adrián Baltanás. Una destitución en toda regla que pone fin a unos meses de continuos desencuentros en el seno de la sociedad y que representa la defenestración del técnico que utilizó el Ministerio de Medio Ambiente para imponer su proyecto de trasvase del Júcar en la provincia de Alicante.
Al final, Marugán pagará los platos rotos de la «guerra» que abrió con la Junta Central de Usuarios del Trasvase Júcar-Vinalopó siguiendo al pie de la letra las instrucciones de sus superiores, entre ellos Juan José Moragues, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, en Valencia y Salvador Palop, director general del Agua y uno de los colaboradores directos de la ministra en Madrid.

Las relaciones de José María Marugán con la Junta Central de Usuarios comenzaron a torcerse prácticamente al día siguiente de la ya histórica visita de los regantes a la que iba a ser impulsión de Cortes de Pallás en julio de 2005. Durante la jornada, que finalizó con una comida en Ayora, Marugán y el entonces alcalde de Elche, Diego Maciá, llegaron a brindar por el Júcar-Vinalopó original. Veinte días después llegaría la suspensión de las obras y el comienzo del proceso que llevaría, primero a la expulsión de Andrés Martínez del consejo de Acuajúcar, el cambio del proyecto con el traslado de la toma del agua al Azud de la Marquesa, las denuncias judiciales -el juez desestimó la que puso la Junta contra Marugán- y, lo que ya rompió cualquier posibilidad de diálogo, la campaña iniciada por el consejero-delegado para dinamitar la Junta Central. Una batalla perdida que, incluso, pasó factura electoral al PSPV en las municipales. Tras la debacle electoral y el adiós del secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, las horas de Marugán comienzan a estar contadas y, además, el Ministerio de Medio Ambiente tenía que resolver la superposición de competencias en la que entraron Acuamed y Acuajúcar tras la derogación parcial del PHN -supresión del trasvase del Ebro- el 18 de junio de 2004, ratificada posteriormente por la Ley 11/2005 de 22 de junio. La segunda empresa sobraba. El futuro de Marugán estaba escrito y su adiós era un secreto a voces aunque nadie esperaba que se produjera a veinte días de las elecciones generales.

La destitución de Marugán -si al final no hay marcha atrás- no cambia, en principio, el escenario del Júcar-Vinalopó. El Ministerio insiste en la toma del agua en la Azud de la Marquesa, por lo que sigue sin usuarios.

Autor: F. J. BENITO.
Fuente: Diario INFORMACIÓN.

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