Mejor tonta que idiota
Abandonad toda esperanza, salmo 128º
A poco que haya leído usted las últimas entregas de esta columna y sea ligeramente perspicaz se habrá dado cuenta de que en ellas vengo hablándole mucho de libros y tebeos y bien poco de cine, a pesar de ser este uno de nuestros más grandes intereses. Pero lamentablemente la cartelera está de capa caída: el año empezó poderosamente gracias a No es país para viejos y Pozos de ambición, sin olvidar los trabajos más recientes de Álex de la Iglesia, Wes Anderson y Sean Penn o la última Palma de Oro de Cannes, pero luego cayó en picado estrepitosamente: películas sobrevaloradas en demasía como Juno, filmes competentes de autores consagrados pero lejos de la calidad de sus mejores trabajos como Sweeney Todd o dignas cintas comerciales como Monstruoso no han ayudado a elevar demasiado la media del año.
Este lamentable hecho le aconseja a uno refugiarse en la televisión, ese invento mal llamado "la caja tonta", y así nos hemos dedicado en las últimas semanas a seguir las peripecias de los hermanos encarcelados de Prison Break, a ser testigos de las correrías del forense asesino y justiciero Dexter, a recuperar un clásico de culto como El prisionero y a disfrutar enormemente de esa grandísima comedia de situación titulada Seinfeld, una serie que no tratando de nada trata de tantas cosas. Y es que los tiempos en los que la televisión era la hermana pequeña (y tonta) del séptimo arte han quedado bien atrás.
Como dato pertinente cabe señalar que la revista Empire acaba de elegir las cincuenta mejores series de la historia, y el resultado ha sido bastante revelador de la calidad de la televisión más reciente, si somos positivos; o de una escasa memoria cultural, si por el contrario pensamos mal. Y partiendo de que una lista de estas características que no incluya The Twilight Zone de Rod Serling se desacredita por sí sola, lo mejor es no ponerse demasiado borde y reconocerle el acierto de otorgar el primer puesto a Los Simpson, obra maestra indiscutible de la pequeña pantalla, una serie de animación de la que nadie podía adivinar cuando debutó en 1989 que llegaría hasta nuestros días con éxito continuado, diecinueve temporadas hasta la fecha y una incursión en la gran pantalla.
Imagino que se preguntarán qué series siguen a la creación de Matt Groening en la citada lista... Pues apunten, en orden hasta completar el Top 10: Buffy cazavampiros, Los Soprano, El ala oeste, Perdidos, 24, Friends, The Wire, Expediente X y Spaced. Como pueden ver, producciones todas muy recientes -Los Simpson, de finales de los 80, es la veterana del grupo-, que encabezan una lista mayor donde solo aparecen como clásicos el Flying Circus de Monty Python y Star Trek, y donde el resto de series son en su mayoría producciones tan recientes como CSI, Alias, Sexo en Nueva York o Héroes.
Pero visto lo visto, y por facilón que pueda parecer el resultado final, encontrarán de entre estas cincuenta alternativas varias propuestas más interesantes que despegarse del monitor y acudir a las multisalas más cercanas (cines ya no quedan). Porque si la tele es la caja tonta, el cine está últimamente bastante idiota.
Los Simpson se emite en Antena 3 y canal FOX.