Abandonad toda esperanza, salmo 362º
Conste que el trío que les propongo es otro muy distinto al que parecen empeñarse en sugerir las campañas publicitarias de algunas películas. Para empezar: si se atreven a ver To the Wonder, que siendo un film de Terrence Malick para algunos será mucho atreverse, descubrirán que aunque el personaje de Ben Affleck mantiene relaciones sentimentales con dos mujeres no lo hace al mismo tiempo, así como que la presencia de Rachel McAdams es más bien episódica. En verdad, los actores principales del film son Affleck (que se pasa toda la película con gesto entre triste y enfadado pese a la belleza de sus compañeras y de los Oscars de Argo) y Olga Kurylenko, esta verdadera protagonista del trabajo más lírico y abstracto de su autor, incluso por encima de El árbol de la vida (sí, a pesar de los dinosaurios y Sean Penn), y que por tanto no gustará a casi nadie... algo que tampoco es una sorpresa tratándose de Malick. Un inciso: siempre recomiendo optar por la versión original, pero en este caso más todavía y no solo porque el film esté hablado en varios idiomas, sino porque según me han contado el personaje de Javier Bardem doblado al castellano da más risa que las muecas del fallecido Leslie Nielsen, y tratándose de una película tan seria y trascendente como esta como que no es plan convertirla en un Ama como puedas cualquiera.
Decir de Un été brûlant que es una película sobre un triángulo amoroso también es simplificar demasiado la última propuesta del siempre pasional Philippe Garrel, aunque el personaje de Monica Bellucci tenga marido y amante durante buena parte del relato. Más bien se trata de una historia sobre la crisis de pareja, la dependencia emocional y la amistad, esta última centrada en las figuras del esposo y su mejor amigo (que, por supuesto, también se siente atraído por la Bellucci). A destacar que el rol masculino principal corre a cargo del torturado Louis Garrel, hijo y actor habitual del realizador, y que de triángulos amorosos ya debe saber un rato: fue el hermano semiincestuoso de Eva Green fascinado como ella por Michael Pitt en la espléndida Soñadores de Bertolucci.
La única cinta donde los más morbosos podrán ser testigos de un trío en toda regla, el de los trasuntos literarios de Neal Cassady, su esposa LuAnne y el propio Jack Kerouac, es en la última dirigida por el brasileño Walter Salles, que sale airoso de un proyecto que parecía abocado al más estrepitoso de los fracasos: llevar al cine, después de tantas propuestas frustradas, la novela más emblemática de la generación beat: En la carretera. Los que se quedaron pasmados al ver cómo Cronenberg confiaba a Robert "Crepúsculo" Pattinson el rol protagonista de su adaptación de Cosmópolis de Don Delillo se quedaron más pasmados todavía al enterarse de que el papel de la mujer de Cassady había recaído en Kristen "Crepúsculo" Stewart; pero esta elección deviene en uno de los grandes aciertos del film: ante la insulsez de tan pavisosa intérprete, hasta el heterosexual más convencido entenderá la fascinación mutua que germinó entre Cassady y Kerouac. Y al hilo de esto: nada más por la última secuencia que comparten unos estupendos Sam Riley y Garrett Hedlund (este último, la gran revelación del film), ya vale la pena ver una cinta que no carece de atractivo pese al hándicap de las comparaciones con tan mítica novela. Eso sí: los tríos son lo de menos, y el único que vale la pena aquí es el que pueden montarse ustedes con tres cineastas imprescindibles si encuentran un multicine donde se proyecten sus tres películas en una sola jornada.
To the Wonder, Un été brûlant (Un verano ardiente) y On the Road (En la carretera) se proyectan en cines de toda España.
