Mentiroso o ignorante
Aún a riesgo de sonar prepotente, esta disyuntiva es la que se plantea en mi cabeza al leer la totalidad de la moción sobre el uso del glifosato como herbicida químico en el término municipal de Villena propuesta por el edil de Medio Ambiente, José Tomás Molina Prats. Todo ello porque, desde el preámbulo hasta el final, la moción están plagada de manipulaciones, muestras de ignorancia, referencias difusas a hechos que bien no han sido probados o han sido demostrados como falsos y sin proporcionar además los artículos de referencia de las aseveraciones realizadas en el documento.
Con todo el ánimo de ser exhaustivo dentro de lo que se me permite en una carta enumeraré las cuestiones científicamente reprobables que el edil ha sacado en la moción:
- Mencionar toxicidad aguda y crónica del herbicida sin dar contexto (la dosis letal 50 del compuesto es asombrosamente alta mayor incluso que algunos medicamentos de uso general como la aspirina y debido a su alta solubilidad en agua se puede excretar por la orina con facilidad eliminando los riesgos de toxicidad crónica).
- Hablar de daños genéticos producidos por el glifosato cuando la propia Wikipedia -la cual utiliza para documentarse (erróneamente) al respecto de su mecanismo de acción- en su versión inglesa menciona citando un artículo de 2013 de Kier et al que no hay tal riesgo bajo los supuestos de exposición habituales.
- Mencionar efectos en el desarrollo de Alzheimer (cuando PubMed, la principal base de datos científica de la materia, no arroja ningún resultado al respecto) o en autismo (cuando los análisis sólo han mostrado correlaciones pero nunca relaciones causales y por poner un ejemplo ilustrativo de que la correlación no implica la causa, el consumo de comida procedente de agricultura ecológica en EEUU correlaciona mejor incluso).
- Insistir en los efectos en el desarrollo de Parkinson debidos a la exposición a glifosato, cuando al realizar la búsqueda en PubMed de los términos glifosato y Parkinson sólo se lanzan 3 resultados y ninguno de ellos muestra relación causal.
- Mencionar que provoca efectos en linfomas de tipo Hodgkin cuando la literatura no es concluyente al respecto encontrándose tanto metaanálisis que afirman la existencia de la relación causal (Schinasi, Leon. 2014) como otros más recientes que la descartan y remarcan que el grueso de la investigación al respecto está limitado (Chang, Delzell 2016).
- Mencionar relación entre la celiaquía y el uso del herbicida cuando no hay relación demostrada entre ambos factores lo que hallamos son artículos epidemiológicos que muestras relaciones de correlación cuestionables y un modelo en peces que fue realizado por 2 científicos (Senef y Sansel, 2014) sin ninguna experiencia en el campo de la toxicología lo cual en principio no debería ser suficiente para desechar su trabajo como sí lo son las atribuciones al glifosato que en realidad se corresponden con efectos de los ayudvantes similares al jabón empleados en la fórmula para dispersarlo en el agua.
- Mencionar que el susodicho herbicida produce daño renal crónico cuando la literatura arroja que o bien no lo hace (Wimalawansa, 2015) o lo hace únicamente cuando forma complejos en el agua con metales pesados (Jayasuvana et al, 2015) los cuales son tóxicos ya de por sí.
- Insistir en que produce defectos de nacimiento, abortos y malformaciones cuando el principal estudio que apunta al respecto (Carrascosa 2010) fue criticado por diversos fallos metodológicos tales como el uso de dosis del herbicida que en ningún contexto podrían encontrarse dentro del uso común así como en el modo de administración del mismo a los embriones de rana utilizados como modelo.
- Entrar reiteradamente en el asunto de la carcinogenicidad del glifosato cuando en realidad está en la categoría 2A de la IARC (el organismo de la OMS encargado de las guías y recomendaciones de investigación contra el cáncer). Esta categoría indica que es un probable carcinógeno esto es, no está demostrado con certeza- poniéndolo a la altura de por ejemplo, el mate caliente, o trabajar de peluquero.
- Decir que interfiere en los aminoácidos aromáticos cuando en realidad interfiere en las rutas de síntesis en plantas de los mismos rutas que se hallan ausentes en animales.
- Hablar de la producción de formaldehido en la descomposición del herbicida y mencionarlo como carcinógeno sin contextualizar cuánto se produce (otra actividad que produce formaldehido es la preparación de un zumo de naranja casero) y eso sin entrar en lo torticero que puede ser la redacción y la referencia a los compuestos nitrogenados, dando a entender que todos los compuestos nitrogenados son tóxicos (cuando algunos actúan como antioxidantes y protectores contra daños por estrés oxidativo).
- Insistir en que los daños agudos en glándulas salivares y crónicos en la glándula son debidos al herbicida cuando en realidad los causan los ayudvantes empleado para disolverlo anteriormente mencionados.
- Reiterar que hacen falta más estudios en el efecto del medio del herbicida cuando se trata de un producto con más de 40 años en el mercado, que en la actualidad se halla libre de patente, que ha sido profusamente estudiado y en el que se ha observado que precisamente, su interacción con suelos y sales calcáreas lo inutiliza e inactiva volviéndolo químicamente inerte y que si bien es el protagonista de la mayoría de ingresos hospitalarios por incidentes con fitosanitarios en EEUU, también la totalidad de los mismos son de gravedad leve o muy leve según fuentes del NIH.
Considero que toda decisión debe tomarse en base a una información con respecto al tema veraz y correspondiente con la realidad y que una decisión que afecta a la ciudadanía a la que sirve y representa tiene que estar documentada y tiene que ser debidamente informada, pero a la vista de la lista de omisiones, mentiras y medias verdades, creo que queda claro que el edil bien carece del criterio bien se está plegando a prejuicios partidistas.