Metáfora triste (carta al director)
A simple vista en la foto no hay nada raro. En un primer plano un árbol bien podado, como debe ser a estas alturas de la temporada, para que coja fuerza y crezca con energía durante el período estival. Este árbol lo veo todos los días y siento tristeza.
Hace poco más de un mes este precioso ser estaba plagado de ramas y éstas a su vez cubiertas de hojas; estuvo creciendo de una manera salvaje durante años, nadie le ponía límite a su frondosidad, como a nuestra sociedad. Se ha invertido sin límite en sueños sobre papel que ahora son huchas sin fondos, se ha construido sin visión de futuro pero sin escatimar gastos y ahora nos quedan edificios cubiertos de polvo, urbanizaciones más propicias para rodar películas de vaqueros que para forjar un futuro familiar.
Nos machacaron hasta la saciedad con las maravillas del consumismo, nos dieron préstamos que, ni queríamos, ni necesitábamos. Había tal cantidad de brotes verdes y tan poca vigilancia y manutención que al final las hojas invadieron todas las ramas, las ramas crecieron demasiado y el tronco se truncó. Es por eso que me da pena cuando paso; cada día la inclinación parece un poco mayor y además, como fondo, está el cartel: Gracias por su visita.
En marzo de 2008 nos vendían: La implantación de un gran centro comercial en Villena no sólo generará riqueza para la ciudad, sino que supondrá la creación de 2.500 puestos de trabajo, de los cuales, 1.500 serán directos y el otro millar indirectos. Gracias al desarrollo de este proyecto, el Consistorio villenense pretende lograr el pleno empleo en la cabecera del Alto Vinalopó, que, a fecha de hoy, registra una cifra de 1.800 parados.
Estamos en junio de 2013 y el número de parados en estos momentos es de unas 5.000 personas. Nos han vendido tanto futuro, nos han engañado con tanto proyecto resplandeciente y ahora solo queda un Gracias por su visita
Pero ¿a dónde?