Mi carta a los Reyes Magos
Queridos Reyes Magos: Este año he sido muy bueno, paciente, mediador... Se hace complicado con la que está cayendo, pero sigo sintiendo el espíritu de la Navidad, aunque, y por mucho que duela, no deja de ser una fiesta consumista, aunque tiene sus cosas buenas, porque coincides con personas que hacía tiempo que no lo hacías.
No sé por donde empezar. Pienso que lo que os voy a pedir es lo más solicitado este año. ¡Sí, y no me refiero a un chándal, unos calzoncillos, una colonia de esas que anuncian en televisión cuerpos Danone! Me refiero a una de esas cosas que van a pedir casi cinco millones de españoles: un trabajo.
El tópico más típico es pedir salud, porque dice la gente que con la salud llega todo lo demás. No obstante, este año es diferente. Este año que finaliza ha sido el año de los psicólogos. La depresión, la ansiedad y los ataques de pánico no son un signo de debilidad. Son signos de haber intentado ser fuerte durante demasiado tiempo, pero es que pasa el tiempo, y pasa, y pasa y como diría aquel, la vida sigue igual, es decir, haciendo verdaderos milagros para llegar a fin de mes. Es más, me sobra mes para tan poco sueldo. Un trabajo, eso es lo que quiero, aunque sea cobrando 600 euros, pero somos tantos los que estamos en la lista.
Este año que termina ha sido el año de las votaciones. Unos que vienen y otros que se van, pero de momento, no hay noticias positivas. Lo único que sabemos es que van a venir de otro país a rescatarnos y que tenemos una prima, que ni es política ni carnal, pero la nombran cada dos por tres. Maldito el día en el que enterraron a la "rubia" (la peseta) y apostaron por el euro.
También ha sido un año plagado de estafas. Trajes por aquí, terrenos por allá... Y la última, la corona real se desmorona. El Rey, como que ya no está para muchos trotes. La Reina, como es griega, está como su país. Tenía ganas de que llegara el día de Nochebuena para escuchar el mensaje del máximo mandatario de la Casa Real. "Marichalares y Urdangarines", ambos fuera del museo de cera, o la casa del terror, porque cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Ya no se salva ni la realeza. Todo son lisonjas. El ex jugador de balonmano, presuntamente, ha sabido montárselo y como castigo pasará la Nochebuena en el país del Tío Sam. El típico ciudadano o currito, por no pagar una multa le embargan el coche, que por cierto, le quedan años por abonar. Este año, en vez de Juan Carlos I habría podido dar el discurso del día 24 Belén Esteban. Por lo menos esta va de cara y no se corta a la hora de poner en su sitio a "Jesulines y Campanarios".
Tampoco quería que me tocara la lotería, principalmente porque iba a ser complicado que sin comprar tuviera la ilusión de descorchar una botella de cava, o de sidra, que no está la cosa para tirar el dinero. La mejor lotería es tener la familia que tengo. Mis padres, mi hijo, hermanos, hermanas, cuñados, cuñadas, sobrinos, sobrinas, mi chica, mis tres niñas (Saray, Rocio, Marina), mis amigos... Esa es la mejor lotería del mundo, y no la cambio ni por todo el oro del mundo.
Majestades, en muchos de las ciudades de España os vais a encontrar con poca luz de adorno en las calles y, vayan preparándose, porque en más de una ocasión tendréis que ir a pie, ya que el presupuesto no da para tres carrozas. Podríais jugároslo a los chinos y que sea uno de vosotros tres el que salga cada año, turnándoos, así sí que veríamos camellos (no de esos que trapichean), sino el de las jorobas.
Resumiendo, si esta misiva os ofende acepto de buena fe carbón, pero ya os adelanto que cartas como estas vais a recibir a montones. Os lo digo para que si tenéis que realizar una moción de censura, le dejéis el marrón a Papá Noel, que este cada vez os quita protagonismo, y encima viaja en trineo. Eso sí, lo que pida Rajoy dejádselo, sobre todo si es positivo para España. Si no lo veis claro, mirad hacia otro lado no vaya a ser que deis con los huesos en la cárcel por un presunto desfalco o por evadir dinero a paraísos fiscales.
Sin más recibid un cordial saludo.