Micó y Beltrán critican la actitud de Richart sobre la corrida de toros del día 7 y ven prácticamente imposible que se realice
La concejala de Fiestas, Isabel Micó, y el alcalde accidental, Carlos Beltrán, ambos socialistas, han recriminado a Juan Richart, edil de VCD, su falta de respeto al trabajo realizado por otros miembros del equipo de gobierno al decidir abstenerse en la adjudicación del espectáculo taurino del 7 de septiembre, guiándose solo por las dudas planteadas desde fuentes externas en lugar de escuchar las explicaciones que le podían haber dado sus propios compañeros de coalición.
Tanto la edil como el alcalde accidental han insistido en que con la votación de ayer de la Junta de Gobierno Local desestimando la oferta más ventajosa culminaba el procedimiento administrativo abierto para que el Ayuntamiento cediese la plaza de toros para realizar una corrida de toros. Asimismo dejaban claro que el proceso seguido ha sido totalmente transparente y legal, en base a los pliegos elaborados siguiendo el reglamento de la plaza de toros, que obligaba a sacar a licitación el uso de ese espacio para el 7 de septiembre.
En esta línea Isabel Micó señalaba que con este pliego se había conseguido que la cesión de la plaza de toros no fuera tan caótica como ocurrió en 2011 y 2012 y se evitaba que una empresa tuviera más puntos para llevarse el contrato por ser amigos de alguien.
La concejala también informaba de que además del correo electrónico en nombre de la Unión de Toreros (que advertía de las deudas de la empresa Eurotauro Luján), también se recibió el viernes en alcaldía un escrito de Manuel Soler Carrillo representante de la otra mercantil en puja, La Joya del Vinalopó asegurando que él tenía solvencia económica garantizada para organizar el evento taurino pero ambos escritos no podían ser dados por válidos por la Junta de Gobierno y además no aportaban nada que acreditase sus afirmaciones.
Por ello no entendía que el edil Juan Richart no hubiera escuchado a sus compañeros de la Junta de Gobierno, que le advirtieron de que si esta adjudicación se retrasaba más no daría tiempo a organizar la corrida, y no hubiera aceptado dejarlo un momento sobre la mesa para que le aclarasen todas las dudas que le hubieran surgido al respecto.
Por su parte el alcalde accidental rechazaba de pleno la posibilidad de que bien él o bien el propio Richart firmasen un decreto concediendo el uso de la plaza de toros para la corrida del día 7 a una empresa pues por encima de todo está el acuerdo plenario que obligaba a sacar este evento a licitación.
Asimismo Beltrán aclaraba que tanto la empresa que planteó la oferta más ventajosa como la segunda, podían presentar un recurso de reposición al acuerdo de Junta de Gobierno, aportando documentación. Y aún cuando les diera tiempo antes del 2 de septiembre, y estuvieran a tiempo los informes jurídicos para responder a esos recursos y decidir si se aceptaba alguno de ellos, es muy difícil que a cualquier empresa le diera tiempo a organizarlo todo y obtener las autorizaciones para en 4 días poder celebrar la corrida, añadía el edil. En este sentido, tanto él como su compañera consideraban prácticamente imposible que finalmente pudiera realizarse tal evento.
