Misión cumplida
Abandonad toda esperanza, salmo 423º
Para Adrián, Anna, Azddine, Bruno, Cristina, Jesús, Julián, Miguel Ángel, Nacho, Nohelia, Rayco y Vicente
Si la semana pasada jugaba a adivinar algunos autores de los que hablaríamos en el curso sobre cómic de la SUV, ahora con la misión ya cumplida puedo dejar de ejercer de pitoniso y recomendarles de cara a lo que queda de verano algunas obras y artistas que salieron a colación durante el mismo. Para empezar, no puedo dejar de mencionar por enésima vez esa obra maestra inagotable que es From Hell de Alan Moore y Eddie Campbell. Como ya les dije hace unas semanas, la versión de la figura de Jack el Destripador urdida por el guionista de Watchmen es uno de mis tres tebeos favoritos de todos los tiempos, y a veces pienso que es el que más me gusta de todos. Si esto no les basta para lanzarse a leerlo poco más puedo añadir, salvo que volvimos a ver la adaptación al cine y se confirmó mi juicio de que, aun siendo un film muy digno si se valora independientemente, no recoge ni un ápice de la complejidad, la capacidad de sugerencia y el alcance metafísico del original. Nada de extrañar, tratándose de un autor tan inadaptable, pese a haber sido tan adaptado, como el genio barbudo de Northampton.
Otro título que nunca falta en mi listado de cómics favoritos es la mítica cabecera de los Hernandez Bros Love and Rockets, que todavía hoy se sigue publicando sin dejar de ser fiel a su propuesta original de comienzos de los 80: ofrecer un manojo de historias que sentaron las bases del cómic alternativo, protagonizadas casi siempre por personajes femeninos y donde se da una vuelta de tuerca al cómic de género. Como bien saben ya los alumnos del curso, a los que dedico esta columna de forma más que merecida, de esta serie surgieron dos universos tan fascinantes como el del barrio Hoopers de Los Angeles (donde transcurren los relatos de Locas de Jaime Hernandez) y el del igualmente ficticio pueblo latinoamericano de Palomar (en el que se ambienta la serie homónima de Beto Hernandez). Ahora, en Tiempo de canicas, Beto se aparta de su creación más popular y nos ofrece un soberbio retrato autobiográfico de su infancia, en un tiempo marcado por sucesos aparentemente insignificantes pero que condicionan de una manera difícil de determinar a sus protagonistas de cara a lo que serán en el futuro. En definitiva: un emotivo relato de días de canicas, béisbol, series de TV... y cómics.
Como les dije a los alumnos durante una de las charlas, si salían de allí decididos a leer a los hermanos Hernandez yo me daba por satisfecho. Ahora añado que lo mismo vale para los autores de la añorada EC Comics, cuyo trabajo debe ser recuperado a marchas forzadas para nuevas generaciones de lectores. Este es el caso de Harvey Kurtzman, brillante autor y efectivo editor que se convirtió en mano derecha del capitoste Bill Gaines, creador de la célebre revista satírica MAD y responsable de algunos de los mejores relatos bélicos que publicó la compañía. Estos últimos son los que recoge ¡Cadáver en el Imjin!, volumen absolutamente indispensable para todo lector que se precie porque incluye historietas, cubiertas, artículos y una entrevista que dan buena cuenta del legado de un artista fundamental. Y si la aparición de este volumen no bastase como para hacer feliz a cualquiera, verán que se anuncia como la primera entrega de una "Biblioteca EC Comics" que permite otear el fulgor de otras joyas deslumbrantes en el horizonte. Con esta promesa y el anuncio de la Vampirella de Pepe González para septiembre la vuelta al curso será menos traumática que de costumbre.
From Hell, Tiempo de canicas y ¡Cadáver en el Imjin! están editados por Planeta de Agostini, La Cúpula y Norma respectivamente.