Que cualquier alcalde o alcaldesa puede ser destituido de su cargo mediante una moción de censura está fuera de toda duda y así lo contempla la ley. Y oír como estamos oyendo últimamente que las actas de los concejales son o deberían ser propiedad de los partidos políticos bajo cuyas siglas fueron elegidos está a la orden del día, pero, como este debate podría ser escabroso y excesivamente largo podemos decir que esta afirmación sin más equivaldría a decir que los partidos son entes abstractos que no precisan de las personas, cuando es todo lo contrario: los partidos se nutren de las personas, pues sin ellas no son nada y, a su vez, las personas se adscriben a los partidos políticos para desde ellos aunar sus fuerzas en torno a unas ideas o un proyecto común, por lo tanto ambos se necesitan y se benefician mutuamente.
Ante esto, ¿podríamos decir que se produce una unión indisoluble entre las personas que han decidido presentarse a las elecciones bajo unas siglas y el partido que las representa? Está claro que no. Lo contrario atentaría contra los derechos y libertades reconocidos en nuestra constitución. Aunque también es necesario decir que, valiéndose de esto, algunas personas o incluso grupos organizados dentro de los propios partidos, se constituyen en mayoría dentro del grupo político. Además se apropian de los emolumentos dinerarios a los que tiene derecho, no el acta de diputado o diputada, sino el grupo parlamentario, tal como ocurrió en Esquerra Unida-Izquierda Unida en la Comunidad Valenciana con la coalición electoral Compromís pel País Valencià. Y todo ello con el beneplácito del PSOE y el PP, que por otra parte firman el pacto antitransfuguismo. Y al hilo de todo esto nos surge otra pregunta:
¿EXISTE LA DEMOCRACIA EN EL INTERIOR DE LOS PARTIDOS? Sí, pero en general no la suficiente, porque si la democracia fuera real y efectiva no se producirían tantas deserciones, abandonos y transfuguismos. Pero también hemos de decir que nuestro partido, Esquerra Unida-Izquierda Unida es uno de los que más democracia y libertad interna tienen, pues desde su fundación es la organización política que más corrientes de opinión ha albergado en su interior.
¿ES LÍCITO UN PACTO ANTI-TRANSFUGUISMO ENTRE LOS PARTIDOS? No nos parece lícito, pues con él sólo se busca el propio beneficio sin tener en cuenta las circunstancias especiales que se puedan dar y que de hecho se dan en muchas ocasiones, sirva como ejemplo la situación de ingobernabilidad que se está produciendo en nuestra ciudad. El pacto anti-transfuguismo entre el PSOE y el PP está impidiendo la gobernabilidad del Ayuntamiento de Villena y esto es muy poco edificante, pues ambos partidos anteponen sus propios intereses partidistas al interés del pueblo, que ve cómo las personas que fueron elegidas para dirigir, planificar y gestionar los recursos municipales andan a la greña y no son capaces siquiera de elaborar los presupuestos. Es cierto que ésta es tarea del equipo de gobierno, pero también lo es de la oposición, más cuando ésta puede convertirse en mayoría.
Fdo. Asamblea de Izquierda Unida de Villena
