Molina: «Con la nueva ordenanza de contaminación se podrán paralizar las actividades que produzcan olores como los detectados la semana pasada»
El concejal de Medio Ambiente, José Tomás Molina, ha ofrecido hoy nuevos detalles sobre las gestiones realizadas desde el Ayuntamiento ante el episodio de malos olores que se vivió en Villena la semana pasada y que tras una inspección por los alrededores de la ciudad se comprobó que provenían del uso de un abono orgánico mal compostado en una explotación agrícola cercana al Salero Viejo.
El edil señalaba que tras detectar el inspector rural del Ayuntamiento el origen de las emanaciones se informó a la Guardia Civil, tras lo cual el SEPRONA se personó en la finca y comprobó que se estaba usando materia orgánica para abonar el suelo, indicando en su informe que esta actividad era legal. El problema es que la materia usada no había sido compostada correctamente en la explotación ganadera de vacuno donde al parecer se había producido y por eso olía mal, decía Molina.
Reconocía el concejal que no se puede prohibir el uso de materia orgánica en el campo pero aunque el informe del SEPRONA decía que era una actividad legal, sí le expuse a la Guardia Civil que los olores generados eran muy molestos y que se debía controlar de donde viene esa basura y cómo ha sido compostada, pues existe una normativa estatal al respecto.
Por eso Molina cree que en la ordenanza integrada de contaminación atmosférica que va a presentar al Pleno en enero, sí se podrá paralizar de forma cautelar actividades como ésta si generan molestias a los vecinos, pues nos ampara la ley. Y en caso de que la empresa luego denunciase al Ayuntamiento por considerar que su actividad es legal, ya sería el juez quien determinaría si la ordenanza puede impedir esta actividad o debe hacerlo el propio juez, añadía.
El edil de Medio Ambiente espera que con la aprobación de esta ordenanza municipal y con el olfatómetro que el Ayuntamiento tiene previsto adquirir en breve tengamos las herramientas suficientes para paralizar una actividad que esté produciendo malos olores y un perjuicio a los villenenses. Además se prevén sanciones económicas para quienes la incumplan.
En relación al citado olfatómetro señalaba que la máquina detecta el mal olor y qué lo está produciendo, pues incluye una estación meteorológica que indica de dónde viene el olor. Es más lleva un filtro de carbono donde se depositan moléculas de ese olor y luego se podrían llevar a analizar. La técnico de Medio Ambiente y dos agentes de la Policía Local recibirán cursillos para utilizar el aparato. Los agentes lo utilizarán, realizando después los pertinentes informes e inmediatamente se tomarán las medidas oportunas, explicaba. El aparato completo tendrá un coste de unos 5.000 euros.