Multitudinario y maloliente desfile de San Antón
Con motivo de la celebración de la festividad de San Antón en Villena, durante la mañana del domingo tuvo lugar el tradicional desfile de animales y mascotas, en el que una multitudinaria asistencia abarrotó el centro de la ciudad.
Con un pequeño retraso sobre el horario previsto dio comienzo el desfile que reunió a gran parte de los ciudadanos amantes de los animales. Los más pequeños, felices con sus mascotas, participaron en este pasacalles que daba por finalizado el programa de actos que la Asociación de Vecinos del Barrio de San Antón había previsto para este año 2008.
Casi un centenar de caballos acompañaron al patrón, que encabezaba la procesión en una de las carretas que, en gran cantidad, también asistieron al desfile, participando en dos de ellas parte del gobierno municipal. En la primera de ellas la alcaldesa, Celia Lledó, y el concejal de Fiestas, Francisco Abellán, participaban en el desfile tras la carreta que portaba a San Antón. Ya en una segunda carreta, los ediles de Hacienda -José Joaquín Valiente-, Agricultura -Virtudes Amorós-,Participación Ciudadana -Adela Serra- y Calidad Ambiental -Mª Paz Poveda- también tomaron parte en este desfile.
La masiva participación de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de la ciudad fue la nota predominante en este desfile que transcurrió sin ningún contratiempo, llegando a la Plaza de Santiago, donde todos los animales fueron bendecidos por el cura párroco de Santiago, D. Ángel Bonavía. El tiempo fue un magnífico compañero en este desfile, pues permitió que el público ocupase toda la avenida de la Constitución para contemplar los hermosos ejemplares, de todo tipo de animales, que participaron en el desfile.
Campo de minas
El éxito fue total, tanto de asistencia de público como de participantes. Solamente un pequeño contratiempo enturbió el desfile, ya que los participantes se quejaron de falta de prevención a la hora de contratar la limpieza del recorrido. Y es que los caballos, que desfilaron en primer lugar, hicieron sus necesidades y los participantes, junto con sus mascotas, pisaban los excrementos con el enfado, lógico, de quien sufría tan desagradable percance. Hay que decir al respecto que solamente pudimos ver a una persona limpiando el recorrido y, lógicamente, iba a mucha distancia detrás, por lo que cuando comenzó a reponerse el tráfico era casi imposible la limpieza total del recorrido.