Opinión

Murphy el pesimista

En el caso de montar algo que viene desmontado, se establece la teoría de que si hay dos piezas distintas que encajan en el mismo sitio se colocaran mal, y si hay una pieza que puede colocarse de dos maneras distintas se colocará del revés. Por lo que ahora la mayoría de cosas desmontables las diseñan de manera que no haya opción al error. También ocurre con las nuevas tecnologías y alguno de los nuevos envases, que hacen que abrirlos del revés sea imposible, por lo que se evita que se derrame su contenido o salga boca arriba.
Todo esto viene relacionado con la Ley de Murphy que en realidad, distintamente de lo que popularmente se cree, en su origen venía a decir algo así como “si hay más de una manera de hacer un trabajo y una de ellas puede acabar mal, alguien lo hará de esa manera”. Por esta razón, en los nuevos diseños de las cosas se tiene muy en cuenta esta teoría para evitar el mal uso de ellas: si sólo hay una manera de utilizar algo se evitará que el mal uso lo estropeé o cause alguna consecuencia negativa. Por ejemplo, ¿por qué tienen las llaves los dientes sólo hacía abajo? Porque si se diera la posibilidad de que una llave entrara de dos maneras en una cerradura, siempre existiría la posibilidad de meterla del revés, por lo que la cerradura no se abriría y correría el riesgo de romperse la llave o romperse la cerradura. Aun así la mayoría de cerraduras de nueva creación son simétricas, es decir, funcionan la metas como la metas, y por su puesto me refiero a la llave.

Otro ejemplo, y siguiendo con las llaves, es cuando a uno le dan un manojo de llaves para abrir una puerta y prueba una a una todas las llaves, siempre es la última la que abre la cerradura. Y esto es así y no tiene remedio, porque si intentas anticiparte al suceso al final te encontrarás con la misma situación: aunque cojas la última llave para abrir primero, la que era primera se convierte entonces en la última y acaba siendo la acertada. Un caso parecido se da cuando uno lava el coche en un día soleado, o las ventanas de casa, después de aguantar sin hacerlo un mes porque da la sensación de que va llover, y finalmente cuando se decide uno a hacerlo entonces, a lo más tardar un día después, llueve después de estar un mes sin hacerlo desde la última vez, que por supuesto coincide con la anterior vez que tu lavaste el coche. En este caso no puede uno adelantarse, porque no es recomendable lavar el coche el día después de que llueva, ya que está todo lleno de charcos y porque es muy probable que lo vuelva a hacer.

La versión más popular de la ley viene a decir en cambio que “si algo puede salir mal, saldrá mal”, aunque esto es más próximo al pesimismo que a la propia ley. El famoso ejemplo de la tostada que siempre cae por el lado de la mantequilla, no es más que la tendencia a recordar más las veces que cae del lado de la mantequilla, ya que suele ser más engorroso y por lo tanto queda más en nuestra memoria. Además, también es más probable que caiga hacia este lado puesto que el lado untado pesa más y la gravedad hace que quede hacia abajo. También existe una teoría paralela a ésta que dice que cuanto más graves sean las consecuencias del fallo más probabilidades hay de que ocurra, lo que llevado al ejemplo de la mantequilla vendría a ser que cuanto más cara o más nueva sea la alfombra más probabilidades hay de que la rebanada caiga del lado de la mantequilla.

(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba