Nise, la tragedia de Inés de Castro, en el Teatro Chapí
Un montaje exquisito, coherente e intenso para un thriller político acaecido en el Renacimiento
La compañía Nao d’Amores es conocida por su labor de exhaustiva investigación para dar vida a sus montajes teatrales. En esta ocasión, con Nise, la tragedia de Inés de Castro, nos ofrecen una vez más, un montaje exquisito, coherente e intenso, un thriller político acaecido en el Renacimiento. La cita es el sábado 24 de abril a las 19’30 h. Entradas: 16 €, 14€ y 12 €. Precios reducidos para menores de 30 años y mayores de 65 (consultar).
La adaptación de Nao d’Amores nos muestra dos piezas dramáticas de Jerónimo Bermúdez: Nise Lastimosa y Nise Laureada. Y nos meten de lleno en una historia donde las fuertes presiones políticas empujan al rey Don Alonso de Portugal, “el histórico rey don Alfonso”, a decretar la ejecución de Inés de Castro, casada secretamente con su hijo, el infante Don Pedro.
Tres cortesanos llevan a cabo el asesinato legal. Don Pedro, al conocer la noticia, acaba por perder temporalmente el juicio para una vez recuperado, hacer la guerra a su padre. Los asesinos huyen a Castilla. Muerto el rey Don Alonso, Don Pedro sube al trono de Portugal. Después de ser proclamado rey en Coimbra, desentierra el cadáver de Inés, se casa públicamente con ella y le ciñe la corona real.
Con esta versión, Nao d’amores nos acerca, cinco siglos después, a una realidad que continúa siendo actual: el problema del poder político, que se aborda aquí en contraposición al amor. A partir de ahí, podemos reflexionar sobre otros temas: justicia, piedad, locura, venganza, legalidad, vasallaje, bien común, sucesión dinástica, legitimidad, crueldad…
La música dirigida por Alicia Lázaro forma parte de un canto coral bien definido en las voces armonizado en el aspecto instrumental con elementos como la viola de gamba, el órgano positivo, clave, arpa, orlo o el pandero cuadrado, con un repertorio musical del siglo XVI, incluyendo también entre otras, piezas de Diego Ortiz, Alonso Mudarra, Cristóbal de Morales o Diego Pisador y procedentes de cancioneros portugueses y franceses.
El vestuario de Deborah Macías evoca un medievalismo artesano con gruesas lanas como material principal; la iluminación de Miguel Ángel Camacho subraya la plasticidad barroca de algunas escenas y la funcionalidad clásica. La directora Ana Zamora, como ya se ha visto en sus trabajos anteriores, ha realizado una exhaustiva investigación histórica, literaria, artística y estética para ofrecer este montaje, exquisito e intenso, jugando con la trama.