Testimonios dados en situaciones inestables

Nosotros la llamamos Nueva Cocina Filosófica Sadomasoquista

Mucho se ha hablado de la última cocina vanguardista española, pero era poco hasta que mi equipo de jóvenes y osados cocineros hemos llevado hasta el límite la idea de Cocina Creativa. Tomando como partida los extraordinarios avances técnicos y conceptuales aportados por los magníficos cocineros que nos preceden, que han conseguido erradicar veteranos prejuicios y abrir la mente y los sentidos a nuevas y excitantes sensaciones, pronto vimos que había un amplio campo de acción, que etiquetamos como del Sufrimiento Gastronómico, que había quedado completamente inexplorado.
Este espacio queda definitivamente cubierto con lo que nosotros llamamos La Nueva Cocina Filosófica Sadomasoquista. Con ella pretendemos, incorporando al placer de comer el humano y básico sentimiento del sufrimiento, elevar el acto de comer a una dimensión trascendente, para que el individuo entre en una esfera superior de autoconocimiento mediante el enfrentamiento de su cuerpo y de su mente a los límites de su humanidad y su realidad global. [Muestra una lámina en tamaño A3 sobre cartón pluma con el plano de lo que parece ser una extraña cocina con dos salas adyacentes en uno de sus lados.] Para ello creamos nuestro restaurante La Antecámara Del Deseo Traicionado, dividido en tres partes. La zona 1 es una cocina completa separada de las zonas 2 y 3 por un cristal, zonas que a su vez están separadas entre sí por otro cristal central y perpendicular a la zona 1. Mientras los cocineros elaboran coloristas y jugosos platos, en las zonas 2 y 3 los comensales contemplan en ayunas de tres días todo el proceso. Cuando la creciente ansiedad convierte a los comensales en bestias incontrolables, se les ofrece a los comensales de la zona 2, por unas aberturas específicas para ello que hay a ras de suelo, unos platos con la misma apariencia que los elaborados en la zona 1, pero que en realidad son diversos tipos de carne cruda y restos orgánicos animales maquillados. Los comensales se lanzan sobre los platos con histeria y esperanza. A partir de ese momento son proyectadas sobre las paredes imágenes de individuos desnutridos del tercer mundo. El choque entre la necesidad, el deseo, la compasión y los repulsivos sabores provoca toda una variada gama de sensaciones extremas, únicas e intransferibles, que cada comensal apura intensamente; pero puedo decirle que es absolutamente conmovedor verlos morder, aullar, masticar con espanto o llorar. [Con un mondadientes que tiene en su mano izquierda señala la zona 3 en la lámina.] Y usted se estará preguntando qué ocurre con los comensales de la zona 3: pues que ellos son verdaderamente los privilegiados de nuestra vanguardista cocina. Ellos contemplan no solo la elaboración de los platos que no pueden comer, sino que tienen que soportar el ver cómo otros se los comen en un banquete orgiástico y delirante. Los comensales de la zona 3 desarrollan, desde la ausencia y la desesperación, una compleja interactuación mental entre sus cuerpos y la comida como sustancia esencial. [Pone la lámina boca abajo y descansa su mano derecha sobre ella.] Hasta que por una abertura que hay a ras de suelo les introducimos abundantes cuchillos y tenedores. [Se hurga los molares superiores izquierdos con el mondadientes.] Se sorprendería de lo larga que es nuestra lista de espera; pero no tanto como de los nombres que hay en ella.

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