Nuevas tecnologías
Hoy en día se confunden o, mejor dicho, se funden las nuevas tecnologías con la informática, por la presencia de microprocesadores en casi todos los nuevos aparatos y por el auge que tiene ésta en la sociedad actual.
El avance de las nuevas tecnologías ha sido vertiginoso; hoy tenemos en el teléfono móvil más potencia de procesamiento, vulgarmente llamada velocidad, de la que tenían los primeros ordenadores comerciales. Gracias al desarrollo de los microchips cada vez se pueden fabricar aparatos más pequeños, más potentes y que consumen menos. El primer ordenador, en el año 1946, ocupaba una gran sala; hoy una calculadora científica de bolsillo es más potente de lo que era ese ordenador.
Nos reíamos cuando veíamos a los japoneses siempre cargados con su cámara de fotos, y ahora somos nosotros los que, ataviados con nuestras cámaras, móviles o cualquier otro artilugio con cámara, fotografiamos todo cuanto podemos. Para ellos era como para nosotros son ahora las cámaras digitales, algo común, además de que el precio de la película y el del revelado eran infinitamente menores que en nuestro país. Los niños de ahora están acostumbrados a las nuevas cámaras digitales y, por eso, cuando su abuelito les hace una foto, van corriendo a ver cómo ha salido y se desilusionan al ver que la cámara de su abuelo no tiene una pantalla sino una minúscula lente por la que uno se asoma para ver lo que saldrá en la foto. Cada día hay más aparatos electrónicos a nuestro alrededor, en nuestra casa existen cosas extraordinarias, aunque no nos lo parezca, o bien porque hemos nacido con ellas, o bien porque ya nos hemos acostumbrado. El teléfono y ahora Internet, la lavadora, entre otros, y algo realmente extraordinario y que ya todos asimilamos como algo cotidiano, la televisión; recibimos una imagen de una cosa que está ocurriendo o ocurrió en cualquier otro lugar. No es que no tenga una explicación, no es un milagro, es que, en diferente medida, lo desconocemos.
Una explicación sencilla podría ser que las imágenes registradas con una cámara pasan a través de un cable a una antena, a un satélite y de ahí otra vez a una antena, a un cable y a nuestra tele. Hasta ahí todo parece comprensible, pero si ahondamos tan sólo un poco, por ejemplo, cómo registra la cámara esas imágenes y, más difícil todavía, como las transforma en una señal, que habría que ver de que se compone esa señal para que la podamos recibir en nuestra casa más o menos igual que salió. ¿Es la naturaleza infinita? La naturaleza de las cosas llega mucha más allá de lo que podamos imaginar. Si parece difícil imaginarse un mundo ampliado con un microscopio, la microtecnología, no sabemos lo que puede haber más allá y si nosotros somos insignificantes seres en el universo. El avance tecnológico va cogido de la mano de la era digital, que no dactilar, no hay que confundir. El triunfo de estas nuevas forma de vida que cambian constantemente se debe principalmente a la familiarización de las nuevas tecnologías a un lenguaje natural e intuitivo, fácil y sencillo, para toda la familia, y a la compatibilidad que existe, y que crece cada vez más, entre todos los aparatos, principalmente en los enfocados al entretenimiento, aunque algunos coincidan también como herramienta de trabajo, todas las tecnologías avanzan juntas, la clave es estar presente en todos los ámbitos, y lo más importante es crear una necesidad al usuario. En el diseño de las nuevas tecnologías se tiene muy en cuenta al usuario, aquel o aquellos que van a usar esa herramienta nueva y que no son profesionales técnicos especializados, se busca siempre un diseño pa tontos. Hay muchas personas que dicen estar reñidas con las nuevas tecnologías, algunos incluso dicen que no las necesitan, y algunos incluso no las necesitan de verdad. Si pensamos lo que era para nosotros hace diez años un teléfono móvil y lo que ahora supondría, para bien y para mal, pasar un día sin él. Generalmente todos hemos aprendido algo nuevo, aunque algunos todavía no sepan aún que por mucho que le pegues a la pantalla no vas a solucionar nada. Hoy en día hay niños que no han conocido el mundo sin teléfono móvil, sin Internet o, algo más común aun, sin mando a distancia.
Lo nuevo es extraño, lo extraño nos asusta y la razón es el desconocimiento, cuando lo nuevo pasa a ser conocido, cuando está tan extendido su uso que ya todo el mundo lo conoce, es entonces cuando deja de ser una nueva tecnología para pasar a formar parte de nuestra vida cotidiana. El problema viene con el uso irracional de las nuevas tecnologías, tanto en forma de abuso como en forma de mal uso, a eso sí hay que tenerle miedo, porque ahí sí estamos desamparados, todavía no sabemos la magnitud de las consecuencias de un mal uso de algo nuevo y cuanto más rápido avanzan más difícil es controlarlo o en su caso legislarlo. Cuanto mayores nos hagamos más nos costará estar al día de todo, pero no hay que preocuparse, tal vez sea porque no lo necesitaremos.