Medio Ambiente

Nuevos animales llegan a Primadomus para servir de familia de acogida a los Macacos de Berbería rescatados recientemente

Primadomus cuenta actualmente con 4 grupos más de primates en sus instalaciones. El objetivo de este traslado es poder socializar en estos nuevos grupos a los individuos recientemente rescatados por la fundación. De esta forma podrán tener un entorno social adecuado, pues todos los primates son animales gregarios que necesitan del contacto con miembros de su especie.
Se han traído hasta Villena tres grupos de macaco de Berbería, conocidos como grupos de Espalda, Jonk y Fugitive. El macaco de Berbería es la especie de la que actualmente AAP y las autoridades españolas tienen mayor número de solicitudes de rescate o denuncias en nuestro territorio. También se han trasladado un grupo de Vervets o monos Verdes, llamados así por el color de su pelaje, conocido como “grupo de Malta”.

Todos los animales que conforman estos 4 grupos, 14 en total, fueron en su momento rescatados por AAP procedentes de la tenencia privada como mascotas o de empresas relacionadas con el entretenimiento como circos, en su mayoría en España. Posteriormente se socializaron en Holanda en un proceso que puede durar hasta varios meses, con el fin de proporcionarles un grupo familiar estable. Y la historia se repite: ellos a su vez han llegado a Primadomus para servir de “familia de acogida” a Nissa, Wahid y Gina, animales que ya se han rescatado en colaboración con las autoridades españolas.

Una de las labores de AAP pasa por mejorar el bienestar de los animales que rescata, y para ello es fundamental poder introducir en un grupo cada uno de los animales que llegan a sus manos. Los primates, al igual que nosotros, son animales sociales que necesitan vivir en familias de su misma especie para tener un entorno pleno. La mayoría de problemas con que llegan a la fundación, como pueden ser conductas estereotipadas (repetición involuntaria e intempestiva de un gesto o acción) y auto lesiones, son consecuencia de no tener buenas condiciones sociales y haber vivido aislados de otros individuos de su misma especie durante su vida en cautividad. Pilar Jornet, directora de AAP Primadomus, puntualiza que “los primates no son animales para tener como mascotas, pues es imposible poder proporcionar las condiciones adecuadas, sociales y de entorno, que garanticen su bienestar”.

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