Ayer se conmemoró en Villena el Día Internacional de la Ciudad Educadora con la lectura del Manifiesto por parte del Alcalde y una charla a cargo de un profesor de teatro, quien alabó el papel de los docentes en el control de las emociones personales.
El Salón de Plenos del Ayuntamiento fue el marco en el que se conmemoró el primer Día Internacional de la Ciudad Educadora, una red internacional de ciudades que en 2016 cumple 26 años y que trabaja y defiende la responsabilidad de las ciudades como elemento instructor para la generación y difusión de conocimiento, tanto reglado como no reglado.
Allí se dieron cita representantes de prácticamente todas las instituciones académicas que actúan en la ciudad. El acto estuvo presidido por el Alcalde de la ciudad, la concejala de Educación y los miembros del Gabinete Psicopedagógico Municipal como responsables de la red de Ciudades Educadoras en Villena.
El Alcalde leyó el manifiesto conmemorativo para tal fecha en el que destacó la importancia de que la educación atraviese los muros de las escuelas y se haga extensiva en toda la ciudad, así como el trabajo de las administraciones para democratizar los bienes de la ciudad.
Desde la Red de Ciudades Educadoras en Villena se ensalzó el gran trabajo que Villena realiza desde hace años para ofrecer cursos formativos, talleres y actividades formativas accesibles a todo el mundo. Se destacó especialmente el trabajo de las sedes universitarias de la Universidad de Alicante y la Politécnica de Valencia como difusoras de cultura y formación, así como el trabajo de las AMPAS de los centros educativos.
El Alcalde destacó la visión transversal de la ciudad educadora, así como el gran trabajo de la ciudad en temas de: igualdad de género, tolerancia o respeto hacia el medioambiente aunque puso deberes a la ciudad como son el tráfico de drogas, los problemas étnicos o las desigualdades sociales existentes. Esquembre señáló su compromiso frente a la indiferencia y los retos que todavía quedan por conseguir.
Tras el acto en el Salón de Plenos hubo una charla muy distendida y amena a cargo de Fernando Ripoll, un actor, director y profesor de teatro quien a través de su experiencia vital destacó el papel docente para motivar al alumnado para que aprendan jugando en un alegato optimista que defendía la búsqueda de los sueños por encima de las convenciones sociales marcadas.
Parafraseando a Shakespeare con frases tan potentes como, los cobardes mueren muchas veces y los valientes tan sólo prueban la muerte una vez, destacó la importancia de perder el miedo a equivocarnos y rechazó la estandarización social en el proceso de aprendizaje.
