Educación

Obras en el colegio Príncipe Don Juan Manuel: cronología de una chapuza de la Conselleria de Educación

El desprendimiento de parte del techo de escayola sucedido el pasado 10 de octubre en el colegio Príncipe Don Juan Manuel de nuestra ciudad, al que se refiere la noticia relacionada que acompaña a este escrito, no es más que la gota que ha colmado el vaso de dos meses plagados de retrasos y complicaciones en una obra en principio sencilla.
Desde finales del pasado curso, la Conselleria de Educación era consciente de que había que cambiar el tejado del colegio, un tejado antiguo, de uralita, y en consecuencia con fibrocemento, que cuando deja polvo en suspensión puede ser peligroso al contener amianto. Lo normal es que es esa obra se hubiera ejecutado en verano, en plenas vacaciones escolares, pero Conselleria era la que pagaba la obra, y en consecuencia quien decidía cuándo se haría, de modo que, pese a la oposición del equipo directivo del centro, que insistió hasta donde fue posible para que se realizaran en verano, las obras comenzaron finalmente el día 11 de septiembre, justo cuando los niños volvían al colegio.

Tras desmontar el tejado, proceso que se realizó sin incidentes y con un perímetro vallado para evitar la presencia de alumnos, la empresa constructora se dio cuenta de que la estructura del centro, tan vieja como la propia edificación, no tenía los anclajes necesarios para sustentar los nuevos paneles del techo, lo que obligó a retrasar aún más la obra. Con la ayuda del ayuntamiento, que aunque no tiene competencias ha ayudado en todo lo posible al centro escolar, se cubrió provisionalmente el techo, dado que esas fechas de septiembre son propicias a lluvias torrenciales o fenómenos de gota fría, algo que finalmente llegó el día 27 de septiembre, el domingo de la Feria de Muestras de Villena, cuando llovió intensamente y el agua anegó el salón de actos del centro y su sala de profesores.

Tras las quejas del equipo directivo del centro, Conselleria se disculpó por el retraso en las obras y el lunes posterior cubrieron el tejado y las bajantes, de modo que cuando volvió a llover el agua ya no entró, aunque el daño estético al salón de actos (que también es el gimnasio y la sala multiusos del colegio) y el aula de profesores ya estaba hecho.

Tras entonar el mea culpa, Conselleria se comprometió igualmente a arreglar dichos daños estéticos y las humedades causadas por el agua, así como a instalar lo antes posible el tejado definitivo, unas obras que se van a ver retrasadas por la caída de la escayola en dichas partes del centro, sin duda afectadas por todos los sucesos anteriormente relatados, que se podían haber evitado fácilmente actuando cuando mandaba la lógica, en verano, sin niños en el centro y con una probabilidad de lluvia o viento sin duda mucho más baja que a finales de septiembre o comienzos de octubre.

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