Cultura

Ocio y juventud

Es reseñable el trabajo que recientemente hemos visto y vivido en el Rabal durante el Mercado Medieval, muestra patente del esfuerzo que el vecindario, encabezado por su directiva, es capaz de desarrollar en pro de la ciudad y de su propio barrio. Igual que es reseñable que grupos, como el de Artekarana en el terreno plástico, sean capaces de movilizarse y de concretar un trabajo que se integre en una temática y filosofía que queda fuera de sus objetivos. Es buena señal, significa que un gran grupo de personas está dispuesta a participar y a hacer suyos los intereses y expectativas de otros y otras.
El Mercado Medieval es un increíble yacimiento del que se puede extraer tanto la participación activa de Villena, como el reclamo de turismo hacia nuestra ciudad. La calidad y variedad, la organización y la implicación, concretan el esfuerzo de su grupo de gestión como índice de esfuerzo y resultados. Aspectos sobre los que sólo resta transmitir el férreo apoyo y consideración.

Algo diferente es lo que vamos a vivir con las celebraciones del resto de barrios, esos a los que se ha recortado el grueso de la colaboración económica municipal. ¿Tendremos el Festival de Títeres de Las Cruces-San Crispín? Claro que lo tendremos. Y, ¿tendremos en el resto de barrios…? No. Auguro ya que no. ¿Porque son menos importantes? No. ¿Por qué no cuentan con una actividad definida? Puede…

En cualquier caso no me gustaría olvidarme de nombrar la primera actividad que realiza el Espacio Joven: una exposición científica sobre las verdaderas consecuencias en el consumo de drogas. No se trata de una inauguración (se informa que todavía faltan un par de meses), pero sí resulta una inauguración desde el sentido de que es la primera actividad, con entrada libre, que se realiza en la sala. Al respecto, y emplazándoles queridas personas a leer el comunicado que lanzó la concejalía encargada del asunto, no me queda otra que expresarles mis inquietudes, al menos algunas…

Que el Espacio se concrete como una plataforma donde nuestra juventud puede elaborar y presentar sus trabajos, es sencillamente elogiable. Pero es una lástima que tal hecho u objetivo se materialice en sí mismo. Quiero decir que a todas luces deben existir espacios donde la gente más joven de Villena desarrolle sus inquietudes. Pero de igual modo me parece indiscutible optar por la estrategia de que esa juventud sea partícipe del resto de actividades culturales que se realizan en Villena de modo que no se cree un Espacio Joven desvinculado de la actividad y de la realidad de nuestra ciudad.

A fin de cuentas no pido más de lo que ya he pedido, que exista una sinergia entre las distintas fórmulas culturales de Villena. De forma coherente y auténtica…, sin parcelamientos ni restricciones… Ustedes verán, pero nadie en su justo criterio apostaría por fórmulas individualistas que no contemplen su entorno ni su historia.

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