Otros deciden por las mujeres
Otros deciden por las mujeres. El derecho a decidir de las mujeres es su libertad. Verónica López, diputada autonómica del PSOE, criticaba así la pretensión del gobierno del PP de modificar la Ley de Interrupción del Embarazo, en el acto público organizado por el PSOE de Villena en la Casa de Cultura ayer jueves.
Verónica López, portavoz de Justicia en las Cortes Valencianas, indicó que la derecha de este país no lleva bien que las mujeres puedan decidir en ningún ámbito de la vida, y en el del aborto, menos todavía. Por ello, abogó por una separación entre Iglesia y Estado, porque no se puede permitir que desde las iglesias nos hagan las leyes.
Para ella, la trampa que pone el PP siempre es que el no nacido tiene derecho a vivir, pero realmente no existe ese conflicto entre concebido y no nacido y el derecho de la mujer a decidir. Además, no es cierto lo que el PP dice de las menores de 16 años. Estas necesitan el permiso de los padres, excepto en casos de problemas familiares graves o desestructuración de la familia. Para Verónica López, el PP recurre la ley porque en este asunto se debe a la derecha más radical.
Por su parte, Consuelo Catalá, exportavoz de Igualdad del PSOE en las Cortes Valencianas, recordó que en la ley de 1985, el aborto estaba penalizado. Una mujer podía ir a la cárcel por abortar, aunque existía una falsa sensación de que había libertad. Se abrían al año más de 10.000 diligencias. Mujeres, por ejemplo, que entraban en un proceso de divorcio y su expareja aprovechaba el informe psiquiátrico necesario para abortar como una prueba para que no le concedieran la custodia de los hijos a la mujer.
Tras recordar que la operación del aborto no tiene ningún problema médico, pero el aborto clandestino puede matar, Consuelo Catalá incidió en que la mujer tiene que poder decidir: es su cuerpo, no se puede obligar a nadie a tener un hijo. Para ella, el Estado se mete en el derecho a decidir de las mujeres, porque es un poder real que ellas tienen, y que, por más avances que haya, para que la especie se reproduzca, tiene que pasar por el cuerpo de la mujer.