Pablo Machín ante uno de los retos más difíciles de su carrera

Cuando un entrenador llega a un equipo hundido en la tabla clasificatoria y sin contar con apenas puntos en su casillero, se podría pensar que no ha pensado mucho ese fichaje o, por el contrario, que está muy seguro de sus posibilidades para retronar esa situación. Este puede ser el caso de Pablo Machín tras su llegada al Elche CF, una relación llamada a la proeza o a la incomparecencia.

Pese a que los últimos resultados de la Liga Santander del conjunto ilicitano no han sido victorias, las sensaciones que desprende el equipo desde la llegada del técnico son más positivas que las de hace tan solo unas semanas.

La permanencia parece una auténtica quimera en estos momentos, pero en el fútbol como en la vida nada es imposible. Hay que fijarse un objetivo y luchar por él, por muy complicado que sea llegar a la meta deseada. Es probable que la salvación se sitúe en los 40 puntos, o lo que es lo mismo, el conjunto ilicitano necesitaría la friolera de diez victorias para ver la luz al final del túnel. Prácticamente sería cerrar una segunda vuelta de clasificación a Europa para seguir un año más en la Liga Santander. En muchas ocasiones, lo que parece irreal puede materializarse, siendo este el sueño de toda la parroquia franjiverde.

El ejemplo debe ser lo visto hace algún curso, aunque en una situación algo más benévola que la actual, el Elche CF se encontraba en una situación de urgencias, siendo el equipo que tenías más papeletas para descender. En ese instante, los astros se alinearon y en la provincia de Alicante pudieron seguir disfrutando del caviar de la primera división del fútbol español.

Lo bueno para el Elche CF es que hay muchos equipos envueltos en la lucha por la permanencia. Lo que sucede es que quince puntos de desventaja para salir de esa zona roja son muchos puntos, por lo que cada partido debe tornarse en tres puntos para su casillero para seguir teniendo la llama encendida de la supervivencia.

Como dice el dicho “a perro flaco todo son pulgas”, y eso es lo que se puede asociar a la perfección con todo el año que está viviendo el Elche CF. Son muchos los partidos en los que el equipo alicantino consiguió ponerse por delante en el marcador, pero, inexplicablemente, la práctica totalidad de ellos acabaron con malas noticias para los franjiverdes.

Para muestra, el último choque en el que el conjunto ilicitano disputó como local. Frente a todo un Real Betis Balompié, los de Pablo Machín consiguieron ponerse 2-0 con ventaja en el marcador, pero unas decisiones arbitrales pocos menos que controvertidas a favor de los andaluces, permitieron a los verdiblancos dar la vuelta al resultado.

El Elche CF busca la proeza, ¿conseguirá obrar el milagro?