Paco y Fran, 37 y 10 años
-Aquí el chiquillo [colleja cariñosa pero enérgica],
-Paaapa [voz entre lastimosa y resentida].
-que me ha hecho pasar una vergüenza. Que le había dado por bailar. Bueno, por el [flexión de los dedos indicando comillas] ballet como ellos le llaman, la tontería esa de los saltitos, las posturitas y las vueltecitas como peonzas. Y que encima parece que es bueno el condenado, con lo difícil que debe ser hacer todas esos ejercicios. He oído decir que les llegan a sangrar los dedos de los pies de tanto entrenar y ensayar. Ojo, que yo no tengo nada contra la danza. Lo que pasa es que yo quiero que juegue al futbito, como todo el mundo. Una cosa viril, de tíos de verdad. Pero es que ahora salen los chiquillos [colleja cariñosa pero enérgica]
- Paaapa [voz entre lastimosa y resentida].
- más raros que sabañones en conserva. El caso es que empezó a destacar en unas clases opcionales que hacían en el colegio, y enseguida los metomentodo de los profesores me dijeron que le motivara, que podía llegar a ser una figura del [flexión de los dedos indicando comillas] ballet. ¿Tú lo entiendes? Como si yo no tuviera más preocupaciones que la de [flexión de los dedos indicando comillas] motivar al chiquillo a ponerse en ridículo, con esos pantalones ajustados o como se llamen que se les nota todo. Vamos, que no sé qué motivación se necesita para una cosa tan
ya me entiendes, tan poco de hombres. Y yo no digo que una cosa tenga que ver con la otra, pero no dejaba de darle vueltas, no me lo quitaba de la cabeza. No hacía más que pensar que a ver si el jodido chiquillo [colleja cariñosa pero enérgica]
- Paaapa [voz entre lastimosa y resentida].
- me va a salir torcido. Y como el caso es que la cosa me tenía mosqueado, decidí llevarlo al psicólogo. Llegamos a la consulta, nos sentamos delante del tío, y a los quince minutos me doy cuenta de la jugada. Estaban los dos hablando tranquilamente del tema. Que quién había sido el más grande, que si Nijiski o Nureyez, que si era mejor obra Petruska o [flexión de los dedos indicando comillas] el Cascanueces. No le partí la cara allí mismo porque ya sabes que soy una persona pacífica y civilizada, pero me fui inmediatamente y apunté al chiquillo [colleja cariñosa pero enérgica]
- Paaapa [voz entre lastimosa y resentida].
- a futbito, rugby y jabalina. Y porque no había clases de ataque a la bayoneta, que si no, también.