Para los nuevos cargos mayores del Bando Marroquí de Villena

Las calles de Villena se han quedado vacías. El caminar viendo
diversos miembros de las comparsas con la ilusión reflejada en su
rostro y el nerviosismo que impone cuando faltan pocos minutos para
salir a desfilar ha quedado atrás. Todo esto ya pasó. Ya no existen
tribunas, ni sillas, ni los que cobran las sillas, que por cierto, son
pesados, ¡no me digais que no! Las fiestas han pasado tan rápido que
prácticamente no te enteras. Desde que la banda cruza el día 5
engalanada abriendo La Entrada con el pasodoble que lleva ese nombre,
hasta ayer, día 9 de septiembre, han sucedido muchas cosas, pero
paradojicamente, todo ha pasado tan deprisa...
Pero ayer, un servidor, tenía un pequeño nudo en la garganta. Me encontraba en la Plaza de Santiago, rodeado de gente, de mi gente, para presenciar la salida al balcón de la casa del festero de Sandra, Josué y José. Si me lo permitis, mis dos sobrinos y mi cuñado.

Cuantas veces habréis terminado el desfile de los nuevos cargos y desde ese enclave de Villena mirabais al balcón con la idea de que algún año seríais vosotros los que saldríais a saludar. Y el sueño se cumplió. Son diez años en Los Marruecos. Diez años de esperanza. Diez años dejando vuestra esencia por las principales arterias de Villena.

Pero a partir de hoy todo cambiará. Sandra, por fin tienes tu premio: ser la mujer que representa a tu comparsa. La más guapa entre todas las guapas. La más ilusionada entre todas las ilusionadas. Imagino que todavía no has digerido lo que se te viene encima, pero con la ayuda de todos, incluidos nosotros, seguro que dejarás bien alto el pabellón "marroquí".

Josué, me emocioné al verte ayer desfilar con la bandera. Ahora te toca rodarla. Pero sabes, no me importa, porque tengo la certeza de que esa bandera hará que el olor a pólvora, a alábega... se una en el cielo de la ciudad que te vio nacer.

Por último, José. !Que gran día el de ayer! Sólo faltó la guinda de haberte nombrado cabo, pero dicen que el que la sigue la consigue, y tu lo harás. Capitán, nada más y nada menos. Y qué mejor acompañantes en el cargo que tus dos hijos. No quiero olvidarme de Miriam y Javi. Lo pasaréis mal, porque estaréis mucho tiempo sin las personas a las que amáis, pero estoy seguro de que vuestro apoyo les ayudará a llevarlo lo mejor posible. Por último, la "mami". Juli, que te puedo decir...

Tienes tres soles en casa. Tres soles que se han convertido en resplandor de luz y color para ese día 4 se septiembre que ya esperamos, como el hambriento un pedazo de pan. Te lo tienes que "currar", y habrá días que te acuestes agotada y preguntándote: ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Jajaja. Pero estoy seguro que eso no pasará. ¿Y sabes por qué lo sé?, porque no hay mayor orgullo que ver a los tuyos engalanados y representando a la comparsa que llevan tantos años en el corazón.

Y eso que ni tú ni yo somos de Villena. Tú ya llevas más tiempo que yo, pero te puedo decir, os puedo decir, que el día 5, cuando el bombo de la banda avisa de que lo más grande va a suceder, unas lágrimas brotaron de mis ojos al tiempo que la carne se me ponía de gallina. Esa misma sensación se repitió ayer viernes cuando os ví salir a los tres al balcón.

Sé que esto está escrito demasiado pronto. Igual os cojo hasta descansando, pero me lo pedía el cuerpo, mejor dicho, me lo pedía el corazón. Familia Soriano Latorre, enhorabuena, a disfrutar y sabéis que estamos todos con vosotros, para lo bueno y para lo bueno (sí, ya sé que se dice para lo malo, pero de eso mejor, nos olvidamos).

Bueno, este servidor da por terminado su alegato. No quiero aburriros más. Únicamente me falta por apuntar: "Día 4 que fuera, y lo pasao, pasao!". Os queremos. Salud.