Cartas al Director

Participación Ciudadana

La concejala de Calidad Ambiental, Mari Paz Poveda, en fechas pasadas, nos avanzaba el contenido de la “Ordenanza de limpieza, estética e higiene urbana”. En la misma, la edil proponía una serie de normas y consideraciones para que la ciudad de Villena reluzca más, haciendo que la población tome conciencia del problema que supone la suciedad en general. Con buen fin, Poveda nos incita a la participación “…para que la ciudadanía participe junto con el Ayuntamiento”. Nos vino a decir. Agregando que “se admitirán sugerencias y propuestas para mejorar esta ordenanza”. Resumiendo, que en su intervención pública, la concejala nos animaba a “la colaboración” para que nuestra ciudad salga de este estado lamentable en que los propios ciudadanos la dejamos en múltiples ocasiones. Mi enhorabuena por la decisión de Dña. Mari Paz Poveda.
A partir de entonces, supongo, en todos los barrios se habrán puesto manos a la obra para tal fin, reuniendo las directivas a sus vecinos para apremiarles a la participación demandada. Sigo suponiendo que las distintas asociaciones que existen en la localidad, también, se afanarán para tamaña empresa. Es lo lógico. Participación ciudadana, al fin y al cabo. Es lo que estábamos esperando hace mucho tiempo y que este gobierno municipal se atreve a llevarlo a la práctica. ¡Bravo! Por mi parte que no quede, algo he dicho por ahí acerca de la sábana conyugal y su comando de acción. Sin embargo me queda un regusto amargo sobre la famosa participación: ¿Por qué será que, cuando los políticos nos incitan a la participación, es sobre asuntos, digamos, de menor importancia? En fin, no tengo ninguna duda de que el Partido Popular, actual gestor de nuestros designios en el Ayuntamiento, en este afán de hacernos participar, muy pronto nos convocará para que lo sigamos haciendo en, digamos, la elaboración de los presupuestos municipales. No tengo ninguna duda de que el Concejal de Hacienda solicitará la participación ciudadana para obtener sugerencias, propuestas, aportaciones… junto al Ayuntamiento. ¡Vamos, no creo que nos den la oportunidad de opinar en la colocación de ceniceros en esta o aquella calle, o en cómo amaestrar al perrito para que recoja él su caquita, y no nos den la oportunidad de opinar sobre la inversión en calles, urbanismo, alcantarillados, iluminación, industria, comercio, educación, ocio… que es infinitamente más importante y trascendente para la población, ¡vamos, no creo!

Sucede que, envueltos como nos hallamos, en esta especie de participación ciudadana “ligh”, como por ejemplo votar por este o aquel concursante “triunfito”, la canción de Eurovisión, múltiples y diferentes “nominaciones” en programas televisivos en los que la “participación ciudadana” es “determinante” para los intereses del chico o la chica de turno, famosos bailando que dependen del “voto popular”… son el sucedáneo de participación que se permite a la ciudadanía. ¿Se han dado cuenta que “el pueblo soberano” vota en las diferentes elecciones y una vez ha votado se le ignora las más de las veces? Claro que para que la cosa no se note mucho, pues, queda dicho, nos dejan “participar” a través de SMS (Sumisos Más Sumisos . ¡Ay, la tecnología!

Reconozco que la propuesta de “Participación Ciudadana”, con mayúsculas, es una inversión en “Ciudadanía”, también con mayúsculas”. Hace ya algunos años que desde Brasil, más concretamente la ciudad de Porto Alegre, irradió la idea de que los propios vecinos podían formar parte activa en el gobierno del municipio. Algo realmente revolucionario, porque supone que las personas que forman parte de la ciudad, no sólo contribuyen con su impuesto al beneficio común sino que opinan cómo y dónde invertirlo: presupuestos participativos, que ya se llevan a cabo en algunas localidades. Ahora bien, para este propósito es necesario más valor democrático que el que han demostrado nuestros políticos. Dicho a lo claro: No me vale que me den participación en la creación del “sabanódromo” y me ignoren en cómo se invierte mi impuesto. Sé perfectamente que semejante participación ciudadana, la del presupuesto, requiere mucha movilización del vecindario y de todos los sectores afectados. Las Asociaciones de Vecinos podrían ser el vehículo para canalizar todo ese trabajo junto al Consistorio, es un suponer. Está bien hacer fiestas del barrio, verbenas, charlas… todo eso está bien, pero no se debería quedar ahí. Me huele que nos están hurtando algo importante. Mari Paz, la “Ordenanza” para que la gente colabore, de acuerdo, pero mira de reojo en tu entorno no vaya a ser que quitando el tapón de la bañera se nos vaya, también, el niño por el desagüe.

En el imprescindible libro de Eduardo Galeano “Patas Arriba. La Escuela del Mundo al Revés”, el autor nos advierte: “Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen más libertad de elegir entre uno y otro canal de televisión” (pag. 257).

Yo no sé expresarlo mejor. Galeano, muchas gracias.

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