Participación ciudadana: tonto del culo o el insulto a la inteligencia
Proferir tacos con la intención de denigrar y menospreciar a alguien resulta ofensivo. Tanto como, cuando con palabrería banal y retórica barata, lo que se encubre es una rotunda falta de respeto hacia la ciudadanía. En este segundo caso, además, se pretende actuar con alevosía y engaño. No sé si el gobierno local lo hace conscientemente o no, pero el resultado de algunos de sus actos u omisiones podría interpretarse como demagogia. Y lo que es peor, como un verdadero insulto a la inteligencia colectiva.
En tres días, coincidiendo con el fin de semana electoral, se pretende que los vecinos y vecinas de Villena elijamos entre un listado con más de un centenar de posibles propuestas las que deban incluirse en la convocatoria del programa de ayudas europeas EDUSI. Si aplicamos la sabiduría popular, estaríamos incumpliendo aquella moraleja de vísteme despacio que tengo prisa. No hemos aprendido nada.
Para justificar lo injustificable, e intentar conseguir una mayor puntuación conforme a los criterios de valoración de la Comisión Europea, se abusa de los eufemismos (o las medias verdades), afirmando que se recurre a una metodología participativa. Algo paradójico e insultante cuando lo exprés, por naturaleza, es incompatible con este tipo de procesos ciudadanos que requieren su tiempo y su ritmo, lento pero seguro. Sobre todo, si crees en lo que haces y lo quieres hacer bien.
Celebrar dos reuniones previas con escasa difusión y nula representatividad del tejido asociativo, en las que se ha contado con la asistencia de cargos de confianza municipales, concejales verdes y grupos afines, será más bien sectarismo, pero en absoluto participación ciudadana.
La excusa para tantas prisas es la premura del plazo para presentar los proyectos. Pero que conste que ya se tuvo conocimiento de la convocatoria hace varios meses. Si hay que ser pragmático y eficiente para ahorrar tiempo, que se ahorren la mal llamada participación ciudadana. Aunque entonces se incumpliría el principio que ha inspirado la redacción de las bases de las ayudas. Así parece que interesa más conseguir el dinero, a cualquier precio, que responder a las necesidades de las personas. Una vez más, oportunismo frente a oportunidad. Ya se sabe, se vende la piel del oso antes de cazarlo, algo extraño en un partido animalista.
De este modo gestiona el equipo de gobierno actual, el mismo que ha sido incapaz de concretar y aprobar en toda una legislatura el tan nombrado nuevo reglamento de participación ciudadana. Ineficacia con apariencia de utopía. Para unas cosas falta tiempo y para otras, sobra. ¿Dónde está el criterio? Tal vez no existe.
No deja de tener mucha gracia que la única iniciativa real de participación ciudadana puesta en marcha en nuestro municipio haya sido el Foro Económico y Social, precisamente, sin la participación de la concejalía del mismo nombre. Un organismo ciudadano y consultivo que, a pesar de ser un referente, esta vez no ha sido tenido en cuenta y le ha tocado asumir un mero papel de comparsa. Quizá sea una muestra de falta de inteligencia o de que se piensa con el culo.