Pasado y presente de un botones (casi) famoso
Abandonad toda esperanza, salmo 584º
Sin duda, al menos en nuestro país (y probablemente ocurra lo mismo en la mayor parte del resto del mundo), los personajes de la historieta francobelga más populares con diferencia son Astérix y Tintín; y a cierta distancia tras ellos, ayudados sobre todo por las adaptaciones animadas para televisión, vendrían Lucky Luke y los Pitufos. Pero ni la BD apta para todos los públicos (porque series como las de Blueberry, Jeremiah o Valerian son asunto bien distinto) se acaba en los títulos citados, ni tampoco el panteón de los grandes creadores de la misma está completo con Goscinny, Uderzo, Hergé, Morris y Peyo. Se echa en falta que se lea de forma más masiva a otros autores y otras obras, y particularmente pienso en ese genio que fue Franquin y en la pareja formada por Spirou y Fantasio.
El botones Spirou y el periodista Fantasio fueron creados por Rob-Vel en el ya lejano 1938, pero fue André Franquin quien tiempo después se encargó de escribir y dibujar algunas de sus aventuras más logradas, dotando a estos personajes de la misma energía inusitada de la que hicieron gala otras de sus creaciones, como el popular Gastón Elgafe. Y si hace un par de años ya les sugerí que se hicieran con la edición de lujo de La máscara, hoy no puedo dejar de recomendarles que hagan lo mismo con un nuevo álbum del Spirou de Franquin: QRN en Bretzelburg. Como el anterior, estamos ante un álbum comentado por el especialista Hughes Dayez, por lo que aunque resulte accesible a cualquier lector parece pensado especialmente para coleccionistas, estudiosos del medio y admiradores de ese maestro incontestable que fue el gran Franquin. En esta ocasión, Spirou y Fantasio se ponen en contacto con un radioaficionado que les llevará a descubrir que, en el lejano país de Bretzelburgelg, el monarca se encuentra retenido por el general de su ejército. A partir de ahí, Franquin despliega su arte para reflexionar sobre los totalitarismos sin renunciar por ello a entretener y divertir al lector desde la primera página a la última. Y leerle acompañado de la mano de Dayez se convierte en toda una lección magistral sobre el cómic y el humor.
Y si el malogrado autor de las memorables Ideas negras forma parte del (ilustre) pasado de estos personajes, toda una nueva hornada de autores del cómic europeo se está encargando de actualizarlos en el presente con toneladas de talento y una cierta libertad en cuanto al acabado final que recuerda a la variedad de versiones que de los populares superhéroes del cómic estadounidense nos ha ofrecido Marvel y DC a lo largo de su historia. De esta forma, en los últimos años se vienen publicando aventuras autoconclusivas de Spirou y Fantasio a cargo de equipos creativos distintos; y aunque no todos los álbumes brillan a la misma altura -milagros como Diario de un ingenuo de Émile Bravo o El botones de verde caqui de Schwartz y Yann no se ven todos los días-, todos merecen que se les dé una oportunidad. El recién publicado La mascarada no es una excepción, y en sus páginas los guionistas (y hermanos) Makyo y Toldac y el dibujante Téhem construyen una historia divertidísima a partir de una anécdota metarreferencial: Fantasio escribe una novela inspirada en una de sus aventuras junto a Spirou, y este último acaba protagonizando la adaptación al cine de la misma mientras que el autor queda relegado a un papel secundario (dentro de la película, pero también fuera). Por supuesto, la crítica a la sociedad de consumo y el papel ancilar al que queda relegada la cultura en la actualidad está servida en bandeja, pero hasta los lectores más jóvenes que no sean capaces de percatarse de esta interpretación podrán disfrutar con una aventura repleta de referencias a, precisamente, La máscara y QRN en Bretzelburg (historias de las que la presente obra se convierte en un emotivo homenaje). Una aventura que se lee de principio a fin, incluidas las ocurrentes "tomas falsas" finales, con una sonrisa de oreja a oreja... y que creo no habría decepcionado al mismísimo Franquin. La verdad, no se me ocurre mejor garantía.
QRN en Bretzelburg y La mascarada están editados por Dibbuks.