Pasividad política ante las denuncias ciudadanas
Ya es muy habitual que observemos que desde determinadas concejalías se traslade la apariencia de que lo que pasa en la ciudad no va con ellos. La crítica social que está desatando la ejecución del edificio que tapará parte de la visibilidad del castillo no mereció ni la más ligera explicación de los departamentos implicados.
Cual integrista, el edil responsable debe de pensar que Dios está con él cuando se obstina en proseguir la obra vulnerando la legalidad vigente, y esto es explicable porque nos hemos acostumbrado a los saqueos, y que cuando nosotros aparcamos mal lógicamente tenemos que abonar la multa si somos descubiertos, mientras que aunque haya advertencia previa si un político mete la pata la factura la pagamos entre todos.
La sospechosa premura con que se está levantando este edificio contrasta con la pasividad que otros proyectos más demandados por la población son aparcados, haciéndonos temer que estas obras de adjudicación directa sean más urgentes por causas que no se publican, aunque por supuesto el motivo saldrá a la luz.
La evidencia de que las mafias se han instalado en ámbitos locales, lo demuestra el hecho de que el cartel situado en la mencionada obra, sigue allí instalado a día de hoy 7 de enero a las 13.20 horas.
La vergüenza que a la gente honesta le provocó la existencia de tal muestra de soberbia y de desprecio a la sociedad por parte la empresa que los contrató, y el capo pensante, asusta más si cabe cuando 5 días después de hacerse pública su existencia las autoridades ven con buenos ojos que sean las bandas las que controlen la seguridad en las obras públicas o no, las que decidan donde se roba y donde no, dando por buena la exposición del cartel.
La pasividad de quien pudiendo evitar un hecho negativo no lo hace, sugiere complicidad, y ello me obliga a decidir sobre a quien deberé pagar mis tasas en adelante: al ayuntamiento a través de SUMA o a la empresa de riesgo diversificado que me ofrezca su protección.
El despotismo que padecemos contrasta con la espera a la sombra que están realizando el resto de concejales que permiten esto, y tal y como he comentado antes pienso que incurren en actitudes cómplices.
Esta corporación pasara a la historia como la peor del pueblo superando por mucho a la anterior. ¿Quién nos lo habría dicho?