Payasos, tristes payasos, en el Teatro Chapí
Si hacemos inventario de las compañías españolas de teatro que son un referente en las artes escénicas, siempre nos surgirá el nombre de La Zaranda. Esta Compañía inestable de Andalucía la baja, como se autodenominan, traerá el viernes 29 de mayo al Teatro Chapí su último montaje: Los que ríen los últimos.
Han transcurrido casi treinta años desde que en 1978 se formase esta compañía, dándose a conocer por primera vez en todo el ámbito nacional con Los tingados de María Castaña en 1983. Desde entonces 12 han sido los trabajos realizados a conciencia, con ese compromiso que en La Zaranda se mantiene y engrandece en una constante evolución y crecimiento. Desde que emprendieran su andadura teatral, vienen realizando una intensa labor de investigación que les ha valido el reconocimiento y prestigio internacional en el ámbito de las artes escénicas. La Zaranda no es teatro de mayorías, la Zaranda no llena teatros, pero sí existe unanimidad sobre lo que representa esta compañía: el teatro vivo, el teatro que no claudica ni se somete a imperativos ni a prejuicios establecidos.
La compañía, desde sus inicios, partía de unas premisas para hacer camino: conducir la obra teatral hasta ese punto de tensión en el que drama y vida confluyen; negar toda concesión al teatro muerto, con todos sus academicismos evidentes; al teatro de las falsas vanguardias; ir más allá de las formas adquiridas, no cesar en la búsqueda; renunciar a los logros que puedan amenazar rutina, afianzar un estilo en permanente transición... La Zaranda como cernedor para preservar lo esencial y desechar lo inservible.
Los que ríen los últimos
Los que ríen los últimos, de Eusebio Calonge, narra el devenir de tres artistas de mala muerte que viajan con la necesidad y el abatimiento como único equipaje. Los arrastran desde sus primeros pinitos hasta ahora, cuando ya han cruzado la vida con sus números gastados, sus gracias anticuadas y su fatiga ambulante. Sin embargo, a estos antihéroes no les abandonó, aparte del cansancio, la esperanza. Ni siquiera cuando perdieron el horizonte bajo cerros de desperdicios dejaron de buscar una encrucijada que los desviara de lo pútrido de una época, conduciéndolos hasta un mundo en el que ellos volvieran a ser el centro de la pista. Señoras y señores, ante ustedes, los herederos de una extirpe extinguida que se resiste a desaparecer.
La cita es: 29 de mayo de 2009
Hora: 2200 horas
Duración: 1 hora y 20 minutos sin descanso.
Precios: De 8 a 12 euros