Y aunque no sea una continuación de la página anterior (véase la "Noticia relacionada"), sin embargo lo es. Ya alejados del envío de originales a la Oficina de Censura para su revisión, y posterior visionado durante el ensayo general donde el grupo cambiaba o excluía parlamentos con el fin de que la obra fuera declarada apta, nace el grupo Perigallo Teatro. Podemos considerar dos etapas en el grupo.
Una primera donde se realizaron montajes mucho más experimentales que en la etapa de El Candil: Perpetus, El convidado, 700 y pico, Te canto un bolero (con texto del propio Pepe Menor) y la exitosa El beso de la mujer araña, propuesta que cautivó a crítica y público en toda la provincia y que destacó como una de las mejores representaciones realizada aquel año en la provincia en general y en Elche en particular. Fue en dicha producción donde nos encontramos con un Jope que, tras años de participación en los trabajos de Menor, mostró unas magníficas cualidades interpretativas. De hecho, el trabajo que Perigallo realizaba en la formación y entretenimiento de la juventud mediante el trabajo teatral llevó al escenario a gran cantidad de jóvenes. La participación en las propuestas recogía distintas disciplinas; así podemos encontrar carteles por Sarri o por Miguel Ángel Escoin, entre otras colaboraciones.
Perigallo destacaba como grupo capaz de realizar producciones de gran calidad decir profesionales sería traicionar el espíritu que Pepe se empeña en mantener. Realmente, aunque el teatro fuera su medio de expresión, la actividad que Menor iba desarrollando tenía más que ver con el activismo y la dinamización cultural. Fruto de este empeño nació El Toque, iniciativa que aglutinó a distintas asociaciones culturales: Agrupación fotográfica, Cineclub Villena, Colectivo de Mujeres y Aljibe, que junto a Perigallo organizaron toda una serie de actividades culturales con el fin de crear un espacio lúdico y de relación. El Toque fue quizás el padre, si no el abuelo, de lo que después sería la tristemente desaparecida Cita.
Pero el grupo comienza a cambiar. Perigallo es el soporte donde se recogen las propuestas de Pepe Menor (o José J. Menor, como firma sus trabajos de dirección). Con una madurez de ideas que ya por su trayectoria no cabe poner en duda, comienza una nueva etapa. La línea de trabajo marca la realización de propuestas de grandes autores teatrales del siglo XX. Así se ponen en escena los trabajos Madame de Sade, Nosferatu y Las Criadas, de Mishima, Nieva y Genet respectivamente. Al tiempo se colabora o coproducen propuestas como Asterión, El loco y la monja o El sueño de una noche de verano. Quizás sea la ya citada Cita la última intervención del veterano grupo, quizás no, porque en esto del teatro existe un gusanillo y cuando te pica es difícil no rascarse.
