El pasado 26 de febrero, el Pleno Municipal tomaba una de las decisiones más importantes de cuantas pueda tomar un Ayuntamiento. Todos los partidos, por unanimidad, aprobaban la moción presentada por el PSOE para revisar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Un documento que a ojos de la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas puede parecer lejano a sus intereses. Sin embargo, el PGOU es, sin lugar a dudas, junto con el presupuesto municipal, el documento más relevante de cuantos emanan de la gestión municipal.
A pesar de su complejidad, es un elemento imprescindible para la vida de las ciudades, porque de él depende en gran medida el crecimiento ordenado de una población. Por eso mismo una de las ideas que el PSOE argumentaba en su moción, era que el Ayuntamiento debía hacer un esfuerzo pedagógico para explicar a los villener@s que el PGOU no es sólo cosa de arquitectos, abogados y políticos, sino que en su elaboración debe participar toda la sociedad.
En muchas ocasiones los Planes Generales son mostrados ante la opinión pública como elementos restrictivos y encorsetadores que impiden el crecimiento de las ciudades. Pero por el contrario, un buen PGOU es, sobre todo, un instrumento de oportunidades, un trabajo que si se lleva a cabo en condiciones idóneas, no sólo permite diseñar la ciudad del futuro, sino que se muestra como un verdadero instrumento de libertad y de democracia. De ahí la importancia que da la Ley Urbanística Valenciana a los procesos de participación ciudadana durante la redacción y el desarrollo de los PGOU.
Son varias las razones por las cuales el PSOE se decidió a llevar a Pleno la propuesta de revisión del PGOU, pero de todas ellas destacan tres que consideramos esenciales: debemos adaptar nuestra normativa urbanística a la legislación vigente, debemos conseguir una gestión urbanística mucho más flexible, ágil y eficaz y, por último, los socialistas consideramos, como así lo consideró también el Pleno, que los momentos que vivimos actualmente son los idóneos para revisar el PGOU.
Un PGOU que data de 1992
El actual PGOU hace años que ha dejado de cumplir con los cometidos que el Pleno le asignara. Ha quedado más que demostrado con el paso de los años que aquel documento está agotado. Son muchos los cambios que se han producido en estos últimos dieciséis años y serán muchos más los que se produzcan en años próximos. Esta idea cobra todavía más fuerza en los momentos actuales de incertidumbre económica. Todos los expertos aseguran que el urbanismo practicado en los últimos años no debe volver a repetirse. Por tanto, es necesario adaptarse a los tiempos y adelantarse en la manera de lo posible al futuro. Desde que nuestro PGOU se aprobara en 1992, se han producido numerosos cambios legislativos, tanto a nivel autonómico como estatal, que precisan una adaptación urgente de nuestra normativa urbanística. Esta falta de adaptación a la legislación provoca que cualquier modificación, cualquier iniciativa, tenga un procedimiento largo, complicado y tedioso, cuyo resultado final deriva en la mayoría de los casos en una pérdida de oportunidades.
Planificar en momentos de crisis
El profesor Alfonso Vegara, autor del Plan Estratégico de la Provincia de Alicante que han tutelado la Diputación Provincial y la CAM, hacía referencia a que los momentos de crisis son los idóneos para trazar estrategias y planificar el futuro de las ciudades, poniéndolas a punto para competir cuando acabe la recesión económica.
Reflexionar ahora sobre lo que debemos hacer y queremos ser en el futuro, no debe ser sólo un deseo político, debe convertirse en un objetivo común tanto de la Corporación como del resto de la ciudad. Si dedicamos estos momentos de baja actividad económica a prepararnos para el futuro, cuando vuelva el ciclo económico positivo estaremos mucho mejor posicionados para aprovechar la bonanza. Si por el contrario nos quedamos parados y no nos preparamos para afrontar con instrumentos ágiles y útiles los momentos buenos, cuando el futuro llegue nos pillará en mantillas y sin herramientas para desarrollar la ciudad.
Nuevas Infraestructuras
Otro factor a tener en cuenta y que hace todavía más necesaria la revisión del PGOU es que Villena se enfrentará en los próximos años a infraestructuras tan importantes como el soterramiento de las vías, el Nodo Logístico o la estación del AVE, infraestructuras que determinarán de manera directa el modelo de ciudad. Y todo esto no lo podemos colocar en el plano así sin más; es necesario reflexionar sobre el impacto que éstas y otras infraestructuras tendrán sobre nuestro casco urbano y sobre el resto del término, procurando que todas ellas supongan una ventaja sin que su instalación dañe de manera irreversible el medio ambiente.
El consenso, la principal ventaja
El PSOE afirmaba en el final del debate que lo deseable sería que ésta fuera la última moción que, sobre la revisión del PGOU, fuera firmada por un único partido político. La Corporación debe aspirar a que las próximas determinaciones sobre el PGOU lleven la rúbrica de los veintiún concejales. Si el PGOU cuenta con el acuerdo de todas las fuerzas políticas, el éxito en su aplicación quedará más que asegurado. Pero para ello debemos tener claras algunas cosas. En primer lugar, que se debe contar con todos los agentes sociales, económicos y ciudadanos para conseguir que el nuevo PGOU sea un instrumento eficaz que convierta a Villena en una ciudad donde sea más agradable vivir, donde sea menos costoso circular y donde se puedan instalar empresas con pleno respeto al medio ambiente. Es necesario también que nos enfrentemos a la modificación del Plan con miras amplias, pensando en el global de nuestro término, sin detenernos en el detalle, trazando únicamente las grandes líneas de la planificación. En el PGOU no caben las promesas concretas que cada formación política ha incluido en su programa electoral. El nuevo PGOU se debe plantear bajo la perspectiva del consenso, es decir, es preferible que cada uno pierda una pequeña parte de sus pretensiones para que todos salgamos ganando.
