Abandonad toda esperanza

Piensa en verde

Abandonad toda esperanza, salmo 283º
La habían puesto a caldo. Pero pese a ello, a que soy fanático de Marvel (la competencia, vaya) y a que en el Universo DC me pierdo con la misma facilidad que en cualquier centro comercial, que es mucha, no he podido dejar de ver Green Lantern: debilidad que tiene uno por los tipos en mallas (y esto que no salga de aquí). Y la verdad es que no está tan mal, pues no deja de dar lo mínimo que se le pide: un relato moral sobre la capacidad de autosuperación y la necesidad de que la justicia prevalezca sobre la vileza, que deviene en digno divertimento para pasar un par de horas sin devanarse demasiado los sesos. Lo que pasa es que el trabajo de visionarios como Bryan Singer, Matthew Vaughn o ese genio llamado Christopher Nolan -cuyo nacimiento debería instaurarse como Día Festivo Universal para los aficionados al cómic, dicho sea de paso- nos ha malacostumbrado a lo contrario; y aunque últimamente, con Casino Royale y Al límite, parecía algo más inspirado que de costumbre, Martin Campbell se limita aquí a cumplir el expediente olvidándose de la tendencia oscurantista patentada por Nolan para echar la vista atrás citando al clásico de entre los clásicos: Superman.

Y es verdad que aquel estupendo film no era El Padrino aunque lo escribiese Mario Puzo, pero Campbell tampoco es Richard Donner, y en Green Lantern hace lo que puede con un guion que no es nada del otro jueves, y que se limita a ser el habitual "episodio piloto" de un proyecto de franquicia que, si las expectativas comerciales de la productora no se han cumplido, igual acaba quedándose en eso: en proyecto. Quizás en unas manos más capaces que las de Campbell podría haber estado mejor, pero en Hollywood empieza a pasar lo mismo que en la propia industria del cómic: que se olvidan de que los superhéroes valen tanto como los autores que realizan sus historias.

Hablando de historias... Si se proponen ver el film con los deberes hechos, como hice yo, tampoco hace falta que se lean los más de cuarenta años de tebeos protagonizados por Hal Jordan, al que en la peli interpreta Ryan Reynolds, que ya les dije me caía muy bien a pesar de ser el marido de Scarlett Johansson y que ahora que se han separado me cae incluso mejor. Bastará con leerse el volumen DC Orígenes: Green Lantern, escrito por Geoff Johns y dibujado primorosamente por Ivan Reis, para ponerse al día en un par de horas y que nombres como Abin Sur, Tomar-Re o Kilowog les parezcan tan familiares como los de Andrés, Tomás o José Manuel. Y si este tomo finalmente les sabe a poco, háganse con los volúmenes que recogen todo el Green Lantern del citado Johns, uno de los guionistas más aplaudidos del género en la actualidad. Por lo menos con el primero, y a pesar de andar algo perdido por momentos, he vuelto a disfrutar leyendo las aventuras de un personaje que hasta ahora solo me había interesado cuando a comienzos de los 70 hizo equipo con Green Arrow -sí, por aquel entonces la cosa estaba muy verde-, de la mano de Dennis O'Neil y Neal Adams. Dos genios; lo que les decía de los autores, vaya.

¿Y a que no adivinan qué estreno de hoy no me pienso perder? Correcto: Capitán América. Esta sí que es de Marvel. ¿Verdad que a veces la vida es maravillosa?

Green Lantern (Linterna Verde) se proyecta en cines de toda España; DC Orígenes: Green Lantern y Green Lantern, de Geoff Johns están editados por Planeta de Agostini Comics.

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