Pinceles junto al Luciano Arena
Y claro, el viernes volvimos a escapar del calor del hogar y terminamos paseando por el Luciano Arena a las horas en que el sol abandona sus fieras embestidas al entorno. Allí nos encontramos, con menor sorpresa, con una actuación de la Banda que llenaba escenario y el aforo del tramo cortado al tráfico.
Digo menor sorpresa porque la sorpresa ha sido mayor en anteriores ocasiones. Después de éstas lo que empieza a gestarse es cierto malestar por la falta de información de las actividades programadas en el Luciano`s. Porque si parece a todas luces que afortunadamente vamos a disfrutar de actuaciones cada fin de semana, sería todo un detalle conocerlas de antemano. Y si el problema es que la programación se va creando sobre la marcha, la solicitud entonces es que se informe en cuanto se cierre la fecha de cualquiera de las actividades. Somos muchas personas las que no podemos permitirnos acercarnos al Luciano Arena para ver qué es lo que toca ese día, pero que podríamos organizarnos familiarmente si con antelación sabemos que la actuación prevista nos interesa.
Como el viernes noche, cuando la joven Asociación Artekarana decidió convocar al grupo de pintores y pintoras para echar unas horas en el Paseo. Y aunque las dos primeras jornadas se habían realizado el domingo por la mañana, ahora con las calores y no sé si previéndolo con la convocatoria del Luciano`s, decidió que era mejor momento el viernes noche. Y anunció la convocatoria. Y allí nos encontramos con mucha gente: pintores, paseantes, amigas, pintoras, curiosos, amigos. Nosotros nos encontramos con Fran López, y conocimos a Andrés Vidal, y le pedimos a Miche que dibujara a lápiz lo que Don S. pedía, como había estado haciendo con el resto de criaturas que se le habían acercado durante la jornada. Un tigre. Y hablamos con Soleá.
Y resultó un complemento ideal al concierto que de improviso habían organizado quienes no sé si luchan por dar vida a Villena o por justificar el cierre del tramo de la Calle Luciano López Ferrer. Y acabamos con Ana y Chispes. Y aunque el mentol nos pudo, sobre todo a mí, no se nos olvidó que al día siguiente había un concierto organizado por la gente de Vil-Art. Y aunque no conseguí acercarme, imaginé que Nahï, Mente Devil y W.O.K, actuaron con la misma fuerza y voluntad, con las mismas letras con las que lo harían si alguna caja de ahorros se lo hubiera pedido ofreciéndoles tan sólo un escenario a cambio de una actuación que justificara los intereses abusivos con los que nos condenan. Mediocres sanguijuelas que ignoran que hay un millón de kilómetros entre las penitencias con las que creen que se eximen de culpa y la energía y voluntad de toda esta gente joven que algún día, si existe justicia, bailará sobre sus tumbas.