Piscina Cubierta: La historia interminable
El último Pleno Municipal del año destacó por la unanimidad con que se aprobaron la mayoría de las mociones, tanto las presentadas por el equipo de gobierno como las de la oposición. Pero justamente el punto más relevante del orden del día, la aprobación del Acta de Comprobación y el Plan Económico Financiero de la Piscina Cubierta, se encontró con la negativa del PP y tuvo que aplazarse al próximo Pleno, lo que podría conllevar un retraso en la apertura del nuevo Centro Deportivo.
En el punto 7 del Orden del día se votaba el último trámite para poner en marcha la piscina cubierta, que tenía prevista su apertura para el mes de febrero. El PP anunció su voto en contra, dejando claro que no se opone a que la piscina se abra, pero no comparte que el ayuntamiento tenga que hacerse cargo de las modificaciones en el proyecto, que suman un gasto de 640.000 euros y que según los populares no se han llevado a cabo por la vía correcta.
El equipo de gobierno se mostró incomprensivo ante la postura del PP, que fue quien inició la obra en la pasada legislatura. La portavoz de los Verdes, Mercedes Menor, recordó que fue el anterior gobierno quien redactó los pliegos y el proyecto y quien contrató a un técnico externo que supervisó la obra. Esta medida provocó que los técnicos municipales no hicieran el seguimiento hasta el pasado octubre, momento en el que encontraron un desfase de 640.000 euros en el proyecto que ahora se comprometía a pagar el ayuntamiento. Según Menor, los informes alertan de las irregularidades del procedimiento, que permitieron las modificaciones sin miramientos. No se contemplaba en el proyecto inicial, por ejemplo, la escayola que se colocó en toda la piscina, una modificación en el techo u otras actuaciones que mejoraban la eficiencia energética.
El expediente que se votaba contenía tres informes contradictorios; uno técnico que según los populares carece de conclusión; otro de la secretaria, que parte de éste y no concluye nada y un último desfavorable de la interventora. José Joaquín Valiente y Jesús Martínez, concejales del PP, aseguraban que la adjudicataria había certificado mensualmente las obras con la supervisión del técnico externo que contrataron y no se contempló en ningún momento las modificaciones finales hasta el pasado 20 de octubre, cuando el supervisor dejó de prestar servicios y la obra ya estaba acabada. Según Valiente, en el contrato se indicaba que el pago de estas modificaciones corresponde a la empresa adjudicataria y de ahí su negativa a que se haga cargo el ayuntamiento. El PP exigió ayer que se solicitara el informe técnico de Conselleria.
Parece el mundo al revés, comentaba Carlos Beltrán, portavoz del PSOE, que no entendía que desde septiembre el PP insista en que se abra la piscina y ahora se opongan a la moción. Están votando en contra de sí mismos, comentaba, además de recordar que su partido no creía en el proyecto, pero en un acto de responsabilidad están haciendo todo lo posible por que se ponga en funcionamiento. Juan Richart, de VCD, se quedó perplejo ante las declaraciones de Valiente y se preguntaba cómo se enteran ahora del incremento en la obra cuando aprobaron las certificaciones en Junta de Gobierno y por qué no pararon la obra cuando se dieron cuenta de estas modificaciones.
La coalición de gobierno manifestó la urgencia de la aprobación del acta que permita la pronta apertura de la piscina, pues cada día de retraso, el ayuntamiento debe pagar 800 euros a la empresa. La moción no pudo aprobarse porque David Molina, concejal del equipo de gobierno, tuvo que abstenerse en la votación por su parentesco con uno de los empresarios y el alcalde prefirió no hacer uso del voto de calidad, por lo que se aplazó la votación al próximo Pleno. Las tarifas y el reglamento de uso de la piscina sí que se aprobaron anoche, lo que permitirá ir adelantando los trámites necesarios para su apertura.