Pizzería Damiano nos acerca a la D.O. Terra Alta de la mano de Celler Piñol

El pasado 23 de febrero pudimos disfrutar de otra de las catas programadas por Pizzería Damiano para esta temporada. La bodega elegida para el evento fue Celler Piñol, de Tarragona, englobada dentro de la D. O. Terra Alta, una de las más desconocidas de Cataluña, pero no por ello menos importante.
El Celler Piñol es una bodega familiar situada en Batea, pueblecito de unos 2.000 habitantes del interior de Tarragona, que elabora sus vinos desde la pasión y el amor por la viticultura. Las variedades que cultivan son en su mayoría tintas, haciendo especial hincapié en las autóctonas como la Garnacha, la Cariñena y la Morenillo, de la que se conservan pocas cepas de bastante edad, y la garnacha blanca, de la que tuvimos el placer de probar un gran vino dulce. La bodega exporta una parte muy importante de su producción a Brasil, Finlandia y EEUU, siendo éste último uno de sus grandes mercados gracias a las altas puntuaciones que ha otorgado a sus vinos el gurú americano Robert Parker.

El secreto de su éxito
Se cataron cinco vinos, tres tintos y dos blancos. Para abrir boca comenzamos con el primer blanco, El Portal, con mayoría de Garnacha blanca en su elaboración y pequeñas aportaciones de Viognier y Macabeo, que nos descubrió la potencia de la Garnacha blanca frente a otras variedades más suaves como la Verdejo de Rueda. Continuamos con El Portal tinto, con mucha carga frutal y el más asequible de la gama de los tintos. Después le llegó el turno al Avi Arrufit, un vino de guarda que tiene una larga crianza en barrica que luego se ve reflejada en su bouquet, con predominio de los taninos del roble. Finalizamos los tintos con la gama más alta, el Mater Teresina, muy complejo y sofisticado, donde se puso de manifiesto todo el buen hacer de esta pequeña bodega y el porqué de su éxito. Por último catamos también un blanco dulce de Garnacha sobremadurada en la cepa, que hizo las delicias de los presentes por su delicado aroma a orejones, dátiles y azahar.

Como es costumbre en todas las catas que organizan, Rafa y Virtu pusieron la guinda al evento con sus especialidades, entre las que no faltaron las pizzas o unos exquisitos gnocchi rellenos de gorgonzola, sellando así otra estupenda velada en la cueva de Restaurante Pizzería Damiano.