Pleitos tengas…
Pleitos tengas
y los ganes, dice una famosa maldición gitana, que viene a referirse a las cuantiosas pérdidas que puede acarrear un juicio tanto si se gana como si se pierde, pues, aunque resulte favorable la sentencia, entre costas, abogados y procuradores acaban desplumadas las dos partes.
Pero eso solo sucede cuando son particulares o empresas quienes tienen que verse las caras en los juzgados. Al contrario, y vista la tradición de nuestro Ayuntamiento, gobierne quien gobierne y esté quien esté en la oposición, ellos tienen sus pleitos pero siempre acabamos pagándolos nosotros, los sufridos contribuyentes, esos a los que gracias al buen hacer de la Generalitat Valenciana y su fiabilidad a la hora cumplir promesas (ratificadas por escrito en Convenio) como la de La Plaza, nos van a volver a subir el IBI el año que viene como si no tuviéramos bastante con el aumento de 2012.
Ignoro quién tiene razón en la última polémica que enfanga la actualidad política de nuestro ayuntamiento. El proceso judicial es complejo, son varias las causas abiertas en un mismo caso y el único Derecho que yo domino es el que hace referencia a la libertad de expresión, así pues poco más puedo decir, excepto que dejemos hacer a los jueces y esperemos con paciencia y resignación cristiana todos conocemos la proverbial rapidez de la Justicia" española el fruto de su trabajo, que ya tendremos tiempo de rajar cuando haya una sentencia firme sobre la mesa.
No obstante, este caso ha vuelto a poner sobre la mesa las recurrentes contrataciones de bufetes de abogados siempre de fuera de Villena, que tiene guasa la cosa para que nuestros sucesivos equipos de gobierno tengan bien cubiertas las espaldas a nivel legal. Da igual de qué equipo de gobierno hablemos: una de las primeras medidas que toman todos al llegar al poder es contratar con dinero de nuestros impuestos un gabinete jurídico que acaba facturando al ayuntamiento decenas de miles de euros a final de año, lo que también nos lleva a pensar por qué no contrata el ayuntamiento, vía oposición, a dos o tres letrados más que se encarguen de estas cosas, siendo además funcionarios de carrera y, en consecuencia, alejados de toda sospecha en función de quién les contrata y con qué intenciones.
Por desgracia, parece una quimera esperar que se creen esas plazas o, cuando menos, se contrate a bufetes con profesionales de Villena. Ahora no se puede porque hay crisis
y se ve que antes no se podía porque nos sobraba el dinero, pero el caso es que seguiremos pagando entre todos los pleitos de nuestros representantes, que como están bien cubiertos con sus bufetes no tienen que poner un duro de su bolsillo por seguir adelante con sus querellas, venganzas y demás intereses personales. En este caso, como en los anteriores, no sabemos quién ganará el pleito, pero desde el principio tenemos claro quién lo va a perder: el bolsillo de los ciudadanos de Villena.