Podemos, con el agua potable

La pasada legislatura nuestro Pleno Municipal aprobó por mayoría el Pacto por Villena, y dentro del mismo se contemplaba un plan estratégico para el Ciclo del Agua, es decir, desde su extracción hasta su depuración y reutilización.

Hoy, una vez más, se saca a la palestra una propuesta parcial del paquete global que se aprobó. Nuestra Corporación inicia un debate sobre la concesión de la gestión del agua potable, que como sabemos, está siendo gestionada por una empresa privada (actualmente con un contrato prorrogado).

El dilema que se vislumbra es si iniciar un proceso de adjudicación a una empresa privada o que nuestro Ayuntamiento se quede con la gestión.

¿Son estas las únicas alternativas? No, nuestras/os representantes deberían de contemplar otras alternativas. ¿Cuáles y por qué? Pros y contras.

Opción tradicional

Privatizar hasta hoy ha sido el modelo escogido, el mismo a lo largo de los años ha tenido defectos que se centran en la casi nula vigilancia sobre el cumplimiento de los contratos. Y como es lógico las empresas adjudicatarias han obtenido su plusvalía (beneficio), que de otro modo se hubiera invertido en el servicio. El Ayuntamiento mantiene desde la Ordenanza Fiscal correspondiente los precios del suministro de agua.

Tendencias actuales

Ya hay muchos Ayuntamientos que optan por gestionar directamente el servicio, y se han dado cuenta de que tienen un mayor control en el día a día y abordan proyectos impensables para una empresa privada (salvo que se les pague bien). Además el beneficio se reinvierte. Existe también un modelo de participación vecinal más activo. No obstante, los Ayuntamientos carecen de la experiencia técnica y tecnológica, lo que les condiciona un largo tiempo.

Posición intermedia y/o temporal

En otros casos y debido a la falta de experiencia y de medios técnicos y tecnológicos hay Ayuntamientos que optan por una vía temporal e intermedia, la creación de una empresa mixta que durante un tiempo estipulado asesora y abastece de medios “insuficientes” de la Administración Local. Es decir, el Ayuntamiento es socio mayoritario y la empresa minoritaria.

Podemos Villena, desde una posición de izquierdas y ante una decisión tan importante para la ciudadanía, considera que se debe de ser más “pragmático”. Esto supone, como sabemos, que nuestro Ayuntamiento no tiene ni personal ni medios técnicos para lanzarse a esta “aventura” sin “paracaídas”. Por tanto, una propuesta creíble y realizable es esta última comentada. ¡Sí se puede!